Pedro Sánchez criticó a Javier Milei: calificó su discurso de “delirante” y “reaccionario”

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, apuntó este miércoles al derechista Partido Popular (PP) porque su antecesor, Mariano Rajoy, apoyó al candidato de La Libertad Avanza (LLA), Javier Milei. En este sentido, el jefe del Ejecutivo que el libertario tiene un «discurso delirante y reaccionario».

Como parte del debate por su investidura en el Congreso, Sánchez citó un comunicado de Milei en el que dijo que «la justicia social es una aberración y es injusta porque implica una reparación desigual ante la ley» y lo comparó con un que hizo hace unos meses. Hace años a través de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, del PP, quien presionó que «la justicia social es un invento de la izquierda para publicitar la cultura de la envidia».

«Este gobierno de coalición que constituyo no considera la justicia social como una aberración, al contrario, la considera como la condición misma de la vida en sociedad», porque esto «es exactamente patriotismo, ser conscientes de que todos navegamos en el mismo barco». «y que nuestro propio bienestar depende del bienestar de los demás», afirmó.

Al hablar del avance de la ultraderecha en el mundo, Sánchez habló de «la clásica derecha argentina, superada por el delirante discurso reaccionario de Milei», según informó el medio español La Vanguardia. Además de esto, se rió de Rajoy por libertario. “La ultraderecha argentina también se dirije a través de la derecha conservadora. Habrá que echar un vistazo al señor Rajoy, que es el candidato Milei a la presidencia de Argentina”, sugirió el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo. Además, espera que «este domingo espero que gane Massa y no Milei».

El martes, el dirigente socialista expresó su apoyo al candidato de Unión por los Ángeles Patria (UxP), Sergio Massa. «Sergio Massa representa el compromiso con la convivencia democrática, con la concordia, y propone una tarea de unidad, de solidaridad, con oportunidades para todos», afirmó en un vídeo. «Oportunidad y victoria», arengó.

En el mismo audiovisual, Sánchez advirtió a los argentinos que el 19 de noviembre «no sólo elegirán un nuevo presidente, sino que elegirán algo mucho más importante, es decir, el largo plazo que necesitan para su país». presión para que «los dos candidatos ofrezcan características profundamente diferentes entre sí».

Según Sánchez, en «un contexto global complejo y dudoso como el actual», se necesitan «políticas que respondan a las necesidades de la gente» y que persigan el progreso social. En este sentido, presiona para que «ante Con vehemencia, Sergio Massa representa la tolerancia y la discusión para construir esta, una Argentina con una progresión inclusiva y que no deje a nadie atrás». Es por esta explicación que envió el suyo al candidato de la UxP y sus «más honestos deseos de buena fortuna en las próximas elecciones del 19 de noviembre».

El respaldo de Sánchez a Massa se produjo dos días después de que el exministro Mariano Rajoy respaldara a Milei en la segunda circular junto a otros ocho exlíderes iberoamericanos, así como al premio Nobel Mario Vargas Llosa, que ve en él la «esperanza de cambio» opuesta a El kirchnerismo.

Con un discurso evidentemente ideológico, Sánchez presentó este miércoles su gobierno como un «muro» opuesto a la «agenda reaccionaria» que, según él, representa la «derecha retrógrada» de Feijóo y Santiago Abascal, cuyos gobiernos en las autonomías y concejos municipales El gobierno busca “desmantelar” los “avances” logrados durante las últimas décadas. Según él, al “bendecir” a la extrema derecha, el líder del PP se une al club reaccionario de Trump, Orban y Le Pen.

Sánchez, que en las elecciones de julio superó a Feijóo pero obtuvo los votos necesarios para ganar la legislatura, acusó al PP de lograr acuerdos de gobierno con el partido ultraderechista Vox tras las elecciones autonómicas y municipales de mayo. como una «derecha irresponsable que blanquea y legitima a la extrema derecha para llegar al poder».

«Aquella noche, el señor Feijóo pudo haber elegido ser como Von der Leyen, Emmanuel Macron o Donald Tusk, pero no lo hizo. Se embarcó en el camino de perdición que había iniciado unos meses antes en Castilla y León. atando su destino a la derecha», proclamó. Según Sánchez, tras esos pactos con Vox, Feijóo «cortó el ‘frágil cordón sanitario’ que había ‘mantenido’ su antecesor del PP, Pablo Casado, y se unió al club reaccionario de Trump, Le Pen, Orbán y Santiago Abascal».

Además, criticó el esfuerzo de los gobiernos de PP y Vox en las comunidades autónomas porque han reducido «el gasto público en salud», dejado «a miles de jóvenes sin plaza en guarderías y comedores escolares» y «doblado el valor de los billetes y abonos de autobús». Además de lanzar una «agenda reaccionaria», Sánchez afirmó que muchos de esos gobiernos de coalición de PP y Vox tienen salarios más altos y mayor número de asesores «ejerciendo todo tipo de nepotismo».

Del mismo modo, en su discurso de casi dos horas, Sánchez defendió la amnistía que había acordado con los separatistas catalanes a cambio de su ayuda para la toma de posesión de un nuevo gobierno español. «Ponemos la reunión antes que la venganza. En resumen, unidad más que fractura», afirmó el líder socialista, en el poder desde 2018.

La ley de amnistía a largo plazo, destinada a pasar página del intento de secesión de Cataluña de 2017, «va a sacar ventajas de muchas personas, de dirigentes políticos cuyos conceptos no porcentaje y cuyos movimientos rechazo», admitió Sánchez. Pero es para cerrar las heridas abiertas a través de esta «crisis política de la que nadie puede sentirse orgulloso», prosiguió ante los diputados, asegurando que pretende asegurar «la unidad de España a través del debate y el perdón».

«A la convocatoria de España, concederemos una amnistía a los procesados ​​por el procedimiento (procedimiento independentista de Cataluña). La amnistía que proponemos es absolutamente legal y se encuadra en el marco de la Constitución», justificó el presidente interino al respecto. el acuerdo alcanzado. máximas controversias que se generan en la sociedad española.

Durante su discurso, el socialista defendió la constitucionalidad de esta medida, a la que se había opuesto en el pasado, y pidió a la oposición de derecha, que movilizó a miles de partidos en conflicto el domingo, que haga gala de «responsabilidad». del PP» y Vox «no es la amnistía para los líderes del ‘juicio’, el reto (. . . ) es que no se conformen con el resultado electoral» de las legislativas del 23 de julio, afirmó Sánchez, cuyo La votación de investidura está prevista para el jueves.

Desde hace más de diez días, se celebran a diario manifestaciones de extrema derecha frente a la sede del Partido Socialista en Madrid, que culminan en episodios de violencia. El PP y Vox, que habían llamado a la «resistencia» contra el nuevo gobierno, están haciendo planes para multiplicar los medios legales opuestos a la amnistía.

«Necesitan una España resignada y silenciosa, pero no la conseguirán», prometió Feijóo en su discurso en la sesión de toma de posesión, vaticinando que «la amnistía no mejorará la convivencia». Además, acusó a Sánchez de «corrupción política», porque, según él, «tomar decisiones contrarias al interés general a cambio de beneficios no públicos no tiene otro nombre».

Por su parte, el líder del partido ultraderechista Vox, Santiago Abascal, acusó a Sánchez de liderar «un golpe de Estado» y a él ante Hitler o los presidentes venezolanos Hugo Chávez y Nicolás Maduro. «Disfrazarán este golpe bajo el pretexto de «De la misma manera, con apariencias de legalidad, han llegado al poder figuras notorias como Hugo Chávez, Maduro o Hitler», le dijo al presidente. El Congreso lo llamó al orden.

Debido a la tensión que rodea la toma de posesión, más de 1. 600 agentes policiales -según el Ministerio del Interior- se han desplegado alrededor del Parlamento, en un montaje equivalente al de un partido de fútbol de alto riesgo. Sánchez está «vendiendo España» a los catalanes separatistas, dijo Belén Valdez, una manifestante envuelta en una bandera española, acompañada por unas pocas docenas de personas más en el cordón policial establecido a cierta distancia del Congreso.

MBCP

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