El sector inmobiliario alemán se desploma debido a la crisis

La empresa Project Immobilien, que controlaba la construcción, quebró este verano, atravesó la crisis inmobiliaria que azota a Alemania desde hace meses y dejó a muchos compradores en la pobreza.

«Las grúas, los aparatos para los trabajadores, se lo llevaron todo», dijo a la AFP Shevhenko, un padre de 33 años, delante de una fachada de hormigón sin ventanas.

Con las tasas de interés emergentes, la caída de la demanda y el aumento de los precios, las quiebras corporativas estructurales se han duplicado en un año.

El jefe del gobierno alemán, Olaf Scholz, invitó el lunes a profesionales del sector a Berlín para presentar un plan para reactivar el sector, mientras Alemania sufre una grave falta de vivienda.

El programa incluye más préstamos públicos para las familias, descuentos regulatorios y fiscales para los constructores, miles de millones de euros para la estructura de viviendas sociales y mecanismos para la conversión de edificios de trabajo en edificios residenciales.

Durante años, el sector se ha beneficiado de tipos de interés bajos gracias a la generosa política financiera del Banco Central Europeo (BCE). Pero para hacer frente a la inflación, el BCE tuvo que aumentarlos drásticamente, lo que frenó la demanda de crédito, la costos de los bienes y la rentabilidad de los proyectos.

El mercado perdió fuerza en toda Europa, pero en Alemania se vio afectado: los precios en el sector inmobiliario cayeron un 6,8% en el primer trimestre de 2023, en contraste con el ligero aumento del 0,4% en el conjunto del euro.

A esto se suma el cargo superior de materiales de construcción, debido a la pandemia de coronavirus y la guerra en Ucrania.

«Los inversores ya no saben cómo hacer que los proyectos sean rentables», afirma Tim-Oliver Müller, presidente de HDB, la federación de estructuras alemana.

Una de cada cinco empresas inmobiliarias declaró haber cancelado proyectos estructurales en agosto y 11,9 de ellas experimentaron problemas de financiación, según una encuesta reciente del instituto IFO.

En Bellerlin, los compradores de la construcción Project Immobilien en el distrito central de Prenzlauer Berg ya habían pagado parte de su propiedad.

«Soy rico. Mi dinero es fruto de mi trabajo, pago los intereses de un préstamo del que incluso disfruto», afirma Shevchenko, que afirma haber gastado 250. 000 euros.

Ni la empresa ni los futuros propietarios han contratado un seguro, por lo que su esperanza es encontrar un cliente para completar el proyecto o finalizarlo ellos mismos.

«Nunca imaginé que algo así pudiera suceder en Alemania», dijo entre lágrimas Marina Prakharchuk, de 39 años, que ya ha pagado 175. 000 euros por un apartamento de cuarenta y cinco m2 en el mismo terreno.

«Queremos construir en Alemania edificios más asequibles para que los que quieran alquilar un apartamento puedan encontrarlo», afirmó Scholz el lunes.

Esta crisis es un duro golpe para su gobierno, que, cuando entró en vigor a finales de 2021, prometió construir 400. 000 viviendas al año. Un objetivo muy lejano: el sector espera alcanzar 250. 000 este año, e incluso bajar a 200. 000 en 2024.

En un país donde parte de la población es propietaria de su casa y con una inflación superior al 6%, la fuerza adquisitiva de las familias puede caer aún más.

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