Acostumbrado a las pequeñas fórmulas llamativas, Emmanuel Macron tendría una nueva expresión fetichista en sus encuentros pictóricos en el Elíseo, informa la periodista Solenn du Royer en Le Monde.
Tras el «I, President» de François Hollande, o el «Casse-toi, pauv’con!»de Nicolas Sarkozy en algún otro registro, muchas expresiones utilizadas y/o actualizadas a través de Emmanuel Macron ya se han vuelto memorables: su «polvo de Perlimpinpin» evocó frente a Marine Le Pen el debate entre las dos vueltas de 2017, el «dinero loco» que cobra los mínimos sociales al año siguiente o «no es bibi» cuando se le cuestionó, en noviembre de 2018, sobre la subida de los carburantes. precios. El presidente de la República también es amigo de alguna que otra expresión que convoca todo el champán a los mitines, para informar a la periodista de Le Monde, Solenn de Royer, en una columna publicada este martes 27 de junio: la cifra de «Hoho».
«Jojo es su ‘Madame Michu’. Este francés ‘promedio’ que tiene la sensación de que el país se está rompiendo la azada, que se sintió olvidado por la política», explicó uno de los familiares del jefe de Estado a nuestro colega. Es «el arquetipo francés, la traducción fresca del galo refractario o del francés gruñón», mostró algún otro cercano al Elíseo, precisando de paso lo que pocas veces parece obvio: «Jojo» pertenece a las categorías intermedias o corrientes y vive en la periferia. Francia. Benjamin Griveaux, el ex portavoz de En Marche, en tanto especifica que el «Jojo» es individualista, abstencionista y cliente de «cigarrillos y diesel». Para nuestro colega, el retrato vistió el séquito de Emmanuel Macron de la » Jojo» convierte a este último en «el maravilloso culpable de las dificultades del macronismo».
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Cuestionado a través de nuestro colega, el analista Jérôme Fourquet insistió en el paralelismo entre el uso de esta fórmula por parte de Emmanuel Macron con sus colaboradores y los últimos anuncios de sus ministros: “El gobierno está abordando el trasero de la elegancia media que alimenta un sentimiento de degradación, no lo suficiente para vivir bien y también para ser ayudado». «Qué horror. . . ¿Luis XVI habló con tanto desprecio de la otra gente pequeña de Francia?No sabemos», dijo Aude Lancelin en Twitter al compartir el artículo de Solenn de Royer. . Y para factorizar una advertencia: «‘Jojo el chaleco amarillo’ casi te saca, Manu. Y lo volverá a hacer».
«El desprecio de clase también es una clase», dijo Olivier Faure, primer secretario del Partido Socialista. «El uso de esta palabra es un doble disparador. Paradójicamente, también dice la preferencia de Macron por emanciparse de la pesadez de la tecnocracia», dijo el periodista. de Le Monde matizó en su columna. Emmanuel Macron tendría así la costumbre de consensuar la figura del “Jojo” cuando sus asesores le facilitarían medidas de superficie o demasiado sumarias. “Si Macron permitiera a Jojo, no lo llamaría Jojo», dijo el exdiputado republicano François Cornut-Gentille.
Artículo escrito en colaboración con 6Medias.
Créditos fotográficos: Michael Baucher / Panoramique / Bestimage