“Hoy, primero, Vladimir Putin tendrá que evitar esta guerra”, sugirió Emmanuel Macron el miércoles 12 de octubre, un programa de televisión en gran parte fiel a la guerra en Ucrania y sus secuencias para los franceses, en France 2. El presidente ruso tendrá a «respetar la integridad territorial de Ucrania y volver a la mesa de debates», prosiguió el presidente francés, acusó a su homólogo ruso de haber tomado la «opción» de «instalar» a Europa «en la guerra» con sus movimientos de misiles de los últimos días y la movilización para fortalecer su ejército.
El que, a pesar de la denuncia -y compra ucraniana- nunca rompió la discusión con el amo del Kremlin tras la invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero, confía en que seguirá hablando con él «siempre que sea obligatorio». “En algún momento, espero que lo antes posible, será obligatorio que todas las partes participen en una mesa de diálogo”, añadió, aunque reconoció que no será en las “próximas semanas”.
El presidente Macron insistió en que, al final, una negociación también sería del «interés» de Kyiv y una promesa de nuevas armas, a saber, sistemas de defensa aérea.
También vendrá con una advertencia al presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, uno de los principales aliados de los rusos, asegurando que tendría «problemas» si se involucrara aún más en el conflicto.
Emmanuel Macron tajante en que el fracaso «evita la escalada del conflicto», porque no se trata de quedarse en un país de Ucrania y emprender la aventura vía Moscú hacia las armas químicas o nucleares.
Pero al jefe de Estado, que prometió «decir la verdad» a los franceses sobre las implicaciones del conflicto, le gustó patear la lata sobre el riesgo nuclear agitado por el amo del Kremlin, recordando únicamente que Francia también un país «dotado» de la bomba atómica y que creía en la «disuasión». «Cuanto menos comunicamos al respecto», más creíble es, deslizó en sustancia.
El presidente también recordó el expediente iraní. Francia condena la represión del régimen iraní, dijo. Los manifestantes en Irán “llevan el universalismo de nuestros valores”, dijo Emmanuel Macron. “Estamos con los que están luchando”, agregó.
Los enfrentamientos estallan todos los días en Irán entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad después de la muerte bajo custodia del joven Mahsa Amini y han provocado una ola masiva de ira.
Desafiado como nunca desde la Revolución Islámica de 1979, con los protestantes pidiendo la caída del líder supremo, el ayatolá Ali Khamenei, el régimen ha reaccionado como lo hace cada vez que lo hace: por la represión.
Según organizaciones de derechos humanos, apenas unas doscientas personas, sumando unos 20 niños, fueron asesinadas por las fuerzas de seguridad tras las primeras manifestaciones del 17 de septiembre, cuando Mahsa Amini fue asesinada por llevar un velo no reglamentario. Cientos más resultaron heridas y miles detenidas .
Tomando un desvío a través de la política interna, el jefe de Estado pronosticó un regreso a la general «en algún momento» la próxima semana en el frente del combustible, mientras que los franceses enfrentan crecientes dificultades de suministro debido a los movimientos en las refinerías. para «permitir que el país funcione».
Con AFP y Reuters