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El Gobierno acaba de convertir a Telefónica en accionista mayoritario de la compañía española gracias a la adquisición del 10% de sus acciones a través del Holding Nacional Industrial (SEPI) -dependiente del Ministerio de Hacienda-.
El departamento que dirige María Jesús Montero defiende la operación desde distintas aristas. Una ellas es que la compra «va en línea con los países de nuestro entorno», y menciona los casos de Francia, Alemania e Italia, Sin embargo, hay más.
Este es el caso de Noruega, cuyo gobierno posee más de una parte de las acciones de Telenor. Otra participación pública en una “teleco” es la que se realiza a través de Suiza con casi el 51% de Swisscom, pero también a través de Suecia, que posee alrededor del 40% de Telia.
El banco de inversión austriaco Österreichische Beteiligungs, que es público y posee aproximadamente el 30% de todas las acciones de A1 Telekom Austria, tiene cifras, aunque en menor medida.
Otro de esos países con participación pública en su gran «telecom» es Francia, que incluye más del 20% de Orange. Participan el Ejecutivo con un 13,4% y el banco de inversión francés Bpifrance, con apenas cerca del 10%.
En Alemania, el porcentaje es una fórmula: la República Federal posee el 13,8% de Deutsche Telekom, mientras que el Banco de Desarrollo (KFW por sus siglas en alemán) posee el 16,6%. Y alrededor del 20% también representa la participación pública del gobierno finlandés en Elisa Oyj.
Actualmente Telecom Italia posee una participación estatal de casi el 10% a través de Cassa Depositi e Prestiti, y este verano acordó que el gobierno ahora dirigido por Giorgia Meloni también participaría en la canción del 20%.