Un sondeo realizado ya través de astrónomos del Centro de Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA) ha abordado un nuevo detalle sobre los agujeros negros y su crecimiento.
Investiga que el polvo y el combustible que rodea esos agujeros juegan un papel clave: anuncian su crecimiento.
«Estamos en la datación entre los agujeros negros y la materia a su alrededor que los alimenta», dice Claudio Ricci, astrónomo de la Universidad Diego Portales y CATA que dirigió la investigación.
Para hacer esto, los científicos utilizaron datos del mayor censo de agujeros negros en el universo cercano o local.
“Lo que descubrimos es que la cantidad de agujeros negros que se acumulan (crecen) disminuye cuando hay menos combustible y polvo a su alrededor, y eso desaparece por efecto de la radiación del agujero negro, que lo empuja y se lo lleva”, dijo el astrónomo.
Es decir, una vez que los agujeros negros obtienen más materia, debido, por ejemplo, a la explosión de estrellas cercanas, comienzan a «comerse» más rápido, pero esto significa que comienzan a emitir más radiación, repeliendo toda la que la alimenta.
Franz Bauer, astrónomo del Instituto de Astrofísica de la Universidad Católica e investigador del CATA, que participó en la investigación, explica que “los agujeros negros terminan con muy poca materia en su entorno, es decir, menos alimento. De esta manera , comienzan a expandirse más lentamente, hasta que se les acaba el alimento y ya no emiten energía».
Cabe señalar que, según detalló el investigador Claudio Ricci, este estudio “cuenta con una importante participación de la comunidad clínica chilena”.