«Se vienen tiempos difíciles con Brasil», era el comentario recurrente entre los periodistas que cubrían el acto de asunción de Javier Milei el 10 de diciembre. ¿La razón? El faltazo de Luiz Inácio Lula da Silva a la ceremonia que, para no pocos, presagiaba un enfriamiento en las relaciones entre ambos países, recompuestas entre el líder del PT y el expresidente Alberto Fernández tras la salida de Jair Bolsonaro.
Pero no hubo cruce con Lula. Tampoco lo hubo con Gabriel Borich, el joven líder de la izquierda que desde 2022 ocupa la presidencia de Chile. Los rivales de Milei en su algo desgastada diatriba ideológica llegaron desde el norte, de dos países más alejados geográficamente pero con una tradición de cercanía diplomática y «hermandad latinoamericana»: México y Colombia.
Aunque hizo eclosión en las últimas horas, la génesis de la escalada verbal que dejó a los tres países en un nivel de tensión diplomática inédito hay que buscarla en los días que siguieron a las primarias de agosto. Fue por esos días, en plena campaña electoral, cuando los protagonistas de este conflicto lanzaron sus primeros dardos.
El primer encontronazo se produjo en septiembre con Gustavo Petro: en una entrevista con una radio colombiana, Milei consideró que «un socialista era un excremento humano» y el mandatario de ese país no dudó en compararlo con Hitler. Ya en la previa de la segunda vuelta de noviembre fue un poco más lejos: hizo explícito su apoyo al exministro de Economía y dijo que el libertario implicaba un «regreso a Pinochet y Videla».
En ese momento, Andrés Manuel López Obrador irrumpió en la campaña presidencial: el presidente mexicano su queja sobre el Papa Francisco y lo intentó como «Facho ultra conservador».
Parecía que estos cruces se diluirían con la derrota de Massa y la llegada de Milei al poder. Sin embargo, eso no fue lo que sucedió.
«Ha ganado la extrema derecha en Argentina; es la decisión de su sociedad. Triste para América Latina y ya veremos… El neoliberalismo ya no tiene propuesta para la sociedad, no puede responder a los problemas actuales de la humanidad», fue la reacción de Petro en su cuenta de X apenas conocido el triunfo del libertario.
Amlo, por su parte, aprovechó su conferencia de prensa matutina para analizar lo sucedido: «Para decirlo en una palabra, con todo el respeto que le debo, fue una autoglosa. Y no estoy de acuerdo, respeto». la resolución de los pueblos, con los gobiernos de derecha.
Lo que vino a continuación fue una serie de escaramuzas cuyo punto cúlmine fue la entrevista que esta semana Milei le dio a Andrés Oppenheimer en CNN en Español. Allí, cuestionó duramente a sus pares: trató de «ignorante» a López Obrador y aseguró que Petro fue un «asesino terrorista» por haber participado en la guerrilla colombiana en el pasado. A su vez, apuntó contra «el populismo que ellos ponderan».
En respuesta, el gobierno colombiano ordenó la expulsión de los diplomáticos del representante diplomático de la embajada argentina. Amlo, por otro lado, dijo desde su relato en X que «no percibía cómo los argentinos, siendo tan inteligentes, votaban quien no es preciso, quién desprecia a las otras personas y se atrevió a acusar a su compatriota Francisco de ser comunista y representante del mal en la tierra «.
No es novedad la cruzada que Milei ha emprendido contra la izquierda socialista, tanto que fue al mismísimo Foro de Davos, la cuna del capitalismo, a alertar que Occidente «estaba en peligro porque sus líderes habían sido cooptados por una visión que conduce al socialismo y a la pobreza».
Milei dijo que soy «ignorante» porque la he llamado «Faco conservador». Tienes razón: todavía no entiendo cómo los argentinos, tan inteligentes, votaron por quien no tiene razón, que desprecia a los demás y que se atrevió a acusar a su compatriota Francisco de ser heterosexual.
En ese sesgo ideológico, y en el gusto frontal y conflictivo alejado de las relaciones internacionales esperadas de un presidente, hay un componente gigante de sus motivaciones para enfrentar a Petro y Amlo. Pero lo que motiva a estos últimos a involucrarse en una disputa que, a priori, les reporta ventajas en la política interna de sus respectivos países. En discusión con El Cronista, analistas y periodistas de Colombia y México opinaron sobre la disputa
El analista político Mauricio Jaramillo Jassir no duda de la consulta de este medio: «Internamente, eso significa que no nada para Petro, otras personas no están interesadas». Para el politólogo y profesor de carrera en ciencias políticas en la Universidad de Rosario, Bogotá, el presidente colombiano busca posicionarse como líder regional ante el avance de la derecha.
«Lo que Petro es cuando dice que el neoliberalismo se ha apoderado de Argentina está ajustando al líder del radical izquierdo a nivel regional. Tomando este liderazgo que ni Bórico ni Lula, o incluso el propio Amlo, que ha sido muy moderado en cada uno en cada uno de ellos.
Y agrega: «Petro es el único que ha sido bastante radical y su discurso atañe al público que está en las redes, al progresismo europeo, un poco como lo hizo Chávez en su momento. Por ejemplo, cuando habla del genocidio». en Gaza, o cuando dijo, después de que Boric perdiera el plebiscito constitucional en Chile, que Pinochet había resucitado».
Para Jaramillo Jassir, el presidente está cazando para diferenciarse del código diplomático: «El líder latinoamericano que dice lo que todos piensan que nadie dice abiertamente. Y me resulta que tiene éxito. En América Latina que en Colombia, allí, allí, allí, allí, allí es un presidente que puede decir cosas y que el atractivo es para lo que es, más allá del hecho de que en el país no es su momento más productivo.
Con este análisis, la periodista Claudia Camila Vargas coincide en recordar algún otro hecho que, a su juicio, pudo haber contribuido justamente a la puerta de Petro con Milei.
«Cuando se llevó a cabo el foro Davos, en Colombia, se desató un debate en las redes para ubicarse si el petro era austeros que habían sido declarados la cruzada o no», explica Vargas que funciona para Caracol, uno de los radios el máximo vital de este país. Y agrega: «La causa de este debate fue el hábito de Milei, que viajó en un vuelo publicitario con un séquito muy pequeño para ahorrar dinero, mientras que nuestro presidente lo hizo en el avión presidencial y con un número gigante de funcionarios».
Para la periodista Laura Brugés la postura controntativa de AMLO obedece a una multiplicidad de factores.
«AMLO se solidariza con los presidentes o líderes de la izquierda latinoamericana. De hecho, hace unos días apoyó a Venezuela, Colombia y Ecuador, que otorga 110 dólares mensuales a los migrantes en esos países para su repatriación.
Brugés, que cubre las conferencias que brinda diariamente el presidente mexicano a las que se conoce como «mañaneras» y que suelen durar hasta tres horas, también enfatiza la amistad que el mandatario tiene con Alberto Fernández y recuerda la participación de Milei en un evento que molestó a López Obrador.
«Él venía aquí a México y lo trataban como a un dios. De hecho, participó de una de las mañaneras’ junto a AMLO», recuerda. Y agrega: «Milei vino aquí a la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC) en 2022 y habló muy mal de los gobiernos populistas y se mostró cercano a los líderes de derecha mexicanos. Creo que eso a AMLO no le gustó y con las elecciones en puerta redobla sus ataques contra él porque así también critica por elevación a los candidatos de la derecha».
Pedro Villa y Caña, del diario El Universal, también remarca el sesgo ideológico de AMLO. «Es conocido su rechazo a los modelos neoliberales que, en su opinión, Milei encarna. No hay, a diferencia de Petro, una intención de liderazgo regional. De hecho, viaja muy poco y a Sudamérica fue solo dos veces, precisamente a Colombia y a Chile por el 50° aniversario de la muerte de Salvador Allende «.
Para el periodista, que cubre las actualidad presidencial mexicana, que la candidata oficialista Claudia Scheinbaum (AMLO no puede ser reelegido) haya dicho que Milei «representa un retroceso en Argentina» es una anticipo de que los cruces van a continuar.
«Ahora todos estamos esperando a ver qué dice López Obrador en su mañanera’ de este lunes ya que los dichos de Milei se conocieron después de la última que fue el miércoles», precisa.
Por lo pronto, una noticia que se conoció en las últimas horas puede abrir la puerta a nuevos cruces: la senadora del opositor Partido Acción Nacional (PAN), Lilly Téllez, reveló que le extendió una invitación a Milei para que visite el Senado mexicano y agregó que el mandatario argentino está considerando seriamente’ aceptar el convite.
¿Y Amlo? Consultado, el presidente descartó reunirse con el libertario si visita su país: «Así es. Está en la agenda».
Si hay visita, no habrá encuentro cara a cara. Y si lo habrá, todo resulta indicar, esos son nuevos capítulos para esta historia.