Hoy, casi doscientos años después de su apertura, el local de restauración más antiguo de Zaragoza ofrece una serie de platos corrientes. El pueblo aporta una serie de elementos imprescindibles para hacer una parada en este pueblo que está más cerca de lo que parece y que nos deja con un sabor inteligente en la boca.
Zaragoza tiene una posición de desconexión, una ciudad que da esa mezcla de historia y gastronomía que estamos buscando. Con planes lúdicos inteligentes y algunas cosas a tener en cuenta. Si estás planeando una escapada corta, puede que estés Interesado en cenar en el restaurante más antiguo de Zaragoza.
Dos siglos después de la inauguración de este establecimiento, que originalmente perteneció a una familia francesa, en el siglo XIX se instala en Zaragoza. Desde entonces ha pasado por varias manos, del mismo modo que ha sufrido varias remodelaciones, hasta el momento. en esencia mantiene su licencia de maquetación y publicidad.
Tal como están las cosas, es impensable ver una posición de este tipo desde hace más de un siglo. Durante la pandemia, pudimos ver cómo una parte gigante de la posición de alimentación fue cerrada por instituciones que tal vez no pudieran hacer frente a los gastos acumulados. otras personas no es tan innegable como parece, sino todo lo contrario.
La singularidad de este puesto lo sitúa como uno de los más especiales y visitados de toda la ciudad. Es un puesto de restauración que ha sabido mantenerse durante años y años, llevando a sus espaldas esos 2 siglos en los que no lleva nada. veces se comprometió a alimentar a otras personas de la manera más productiva posible.
Un trabajo que merece un gran aplauso dadas las dificultades que atraviesa este tipo de empresas y que puede acabar convirtiéndose en una excepción. No es sencillo hacer lo que hacen los propietarios de un restaurante, tengan doscientos años o dos años, nosotros Hay que agradecerles una carrera sin la cual, sería casi disfrutar de esta afición que hemos visto limitada durante la pandemia.
Este puesto en Zaragoza ha resistido esos siglos y puede convertirlo en una opción inteligente para una comida muy especial. Eso es lo que puedes comer en este puesto.
La página online de la marca también indica esta edad, que posiblemente conviene tener en cuenta a la hora de comprar una tienda diferente a las demás. Con la edad, lleva una marca de diferencia que también se acredita con una comida que destaca. Si deseas visitar Zaragoza, no lo dudes, podrás disfrutar de una degustación de algunos de los platos más especiales.
Tal y como aparece en su web: «Casa Lac, un espacio con historia. Uno de los restaurantes más antiguos de España. Fue fundado en 1825 por la familia Lac, de origen francés. Sus fundadores fueron chefs de la aristocracia francesa que huyeron del país. debido a la Revolución Francesa. Seguimos manteniendo la esencia de su decoración. Destacan: la escalera de forja, el artesonado de madera y el protagonismo de los suelos de parquet con maderas guineanas y canadienses.
Esto te permitirá disfrutar de esos días más especiales en un puesto que realmente destaca y que puede acabar siendo el que marcará la diferencia. Con la filosofía de Ricardo Gil y María Pilar Vicente, una experiencia inteligente está asegurada. Ellos mismos afirman en su web: «Esto significa respetar al máximo todos los sabores que nos regala la tierra de la Ribera de Navarra, el detalle herbáceo que sustenta nuestra cocina. Se trata de estar cerca y seguir adelante sin perder de vista dónde estás». En sus cocinas se trata con mimo nuestro producto estrella, verduras de temporada, decididas con cariño en nuestras propias huertas de Navarra. No te puedes perder nuestro menú degustación de verduras, fue el primero en España con esas características. Alcachofas, Borrajas, cardos, espárragos, tomates… se convierten en las hierbas protagonistas de un menú exclusivo. “En el que pescados y carnes acompañan en su justa calidad”.
Hoy en día también puedes pedir una serie de cocina casera impresionante y que te harán notar un menú que nace del césped o de los productos más productivos de esas tierras. Un deleite para los amantes de los paladares elegantes que se puede disfrutar por mucho menos. de lo que parece.
Merece la pena invertir un poco más en una comida que se adapte completamente a nuestras necesidades. Más allá del precio, hay una calidad destacable en este status quo con casi doscientos años de historia.
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