Una cafetería de especialidades con bollería, churros de chocolate o las mesas de una emblemática charcutería. Te damos 7 pistas para que te des la emoción de un picoteo.
Nuevo concepto de churrería que abrió sus puertas en diciembre en la calle Hermosilla. Se trata de un encargo promovido a través del círculo de familiares de Aragón (a su vez, implicados -a través de otros miembros- en otras corporaciones como Madreamiga o Casa Neutrale). Churros, palos y chocolate de primera calidad elaborado de forma artesanal” son una oferta que se puede probar sentado en este espacio de diseño (muy interior diseñado por Ana Cue Estudio y Noray Estudio) o para llevar.
También helados y batidos, así como recetas saladas. Para «pecar» en las condiciones, conviene echar un vistazo a los Pecaditos, una cubeta de churros pequeños. Se envían diferentes «packs», como café o chocolate con churros. o palitos o chocolate con churros para dos (donde puedes elegir entre 12 churros o 6 palitos). La carta ofrece varias opciones de chocolate, desde ‘Manosanta’ o clásico, hasta ‘Clarito’ (con leche) o ‘Moka’ (con un toque de café); además de fórmulas de café. Incluso hay recetas casi exóticas como el Bocadillo de Churro con helado. Puedes estimar un ticket de precio medio en unos 3-4 euros, según lo que pidas. Su aspiración es convertirse en «la primera nueva generación». churrería en Madrid». Dispone de servicio de «delivery» a través de Glovo.
www. manosanta. co
Aunque se trata de un corporativo fundado por Emilio Lhardy en 1839, es una novedad reciente en Madrid, ya que Grupo Pescaderías Coruñesas es el nuevo propietario, tras adquirir la pasada primavera este emblemático comedor en el número 8 de la Carrera de San Jerónimo. Lo que nos interesa «hoy es su tienda que ocupa una parte gigante de su fachada y que, con horario ininterrumpido, da la opción de comer.
Un doble mostrador presenta la ofrenda de golosinas (a la derecha), con bollería y repostería firmada por Ricardo Vélez (propietario del Moulin Chocolat y que lleva desde el otoño pasado en tarifa de la ofrenda de golosinas de Lhardy) – han recuperado recetas como como Franchipan– ; y salado (izquierda), con sus señalados bocadillos, el croquetero de alpaca, el señalado salmón ahumado con corte de coruñesas y la opción de tomar su señalado consomé, aliñado con un toque (‘chorretín’) de la colección de botellas de vidrio con otros vinos y licores. Calcula un ticket de precio medio de unos 4-5 euros por un café con una rebanada de hojaldre. Recuerda que la mezcla media se basaba en vermú y ginebra, una mezcla icónica que se creó en Lhardy.
www. lhardy. com
Este contenido también se puede ver en el que se origina.
Su sede en la calle Magdalena (inaugurada en 2021 junto al mercado Antón Martín) es una opción para merendar. Se trata de tomar café y bollería. Este encargo de Fede Graciano y Sasha Zavgorodniaia diseñado como café de especialidad (usa La Cabra) se ha ampliado a la vertiente de panadería con Acid Bakehouse, lo que significa que tienen bastante diversidad de panes y bollería. A tener en cuenta, piezas como un croissant, los ‘bollos’ rellenos de mermelada, el caramelo ‘Semla’, una receta nórdica -que aquí está relleno de pasta de almendras y crema de cardamomo – o un ‘Cruffin’ relleno de crema de piña, pistachos
www. acidcafe. es
Desde hace 6 años, esta pastelería madrileña fundada en 1914 tiene un nuevo propietario: el pastelero catalán Oriol Balaguer, que regenta su fábrica de chocolates en Madrid, en la calle Ortega y Gasset. Situada en el barrio de las Salesas, La Duquesita ya contaba con unos cuantos top mesas y barra en su pastelería. Desde el pasado mes de enero ha añadido el local de al lado, disponible tanto desde la puerta independiente que tiene en la calle Fernando VI, como desde la tienda (están comunicados).
Esta nueva zona es un salón de té con mesas donde se valora la oferta de bombones (presentados en vitrina) y donde cabe imaginar sentarse a tomar un aperitivo. La media luna de Balaguer es famosa, pero no tendremos que hacer otros arreglos. como cremadillo de palma de chocolate, nata o manzana -los más productivos que puedes encontrar en esta zona-, caracoles o donuts, además de cupcakes, tortas o pasteles de té. y cuatro euros. Con tartas, vale la pena pasar.
@laduquesitapasteleria
Este conocido hotel de lujo en Madrid vive una nueva vida desde otoño, cuando reabrió sus puertas tras una reforma y un reposicionamiento de propiedad y dirección. El nuevo Rosewood Villa Magna suma varios espacios gastronómicos, entre los que destaca Flor y Nata, con una estará compuesta por una oferta cien por cien de postres con dos menús: uno en “menú de todo el día” para el desayuno, un café con bollería a cualquier hora del día o merienda; y alguna otra dirigida al formato «el té de la tarde». Es una posición para divertirse.
Emanuel Alvés, chef pastelero, muestra un catálogo de creaciones dulces que, en parte, se exhibe en un mostrador cercano al foyer del hotel. Su menú para el día completo incluye «packs» a elección de una, dos o 3 piezas de bollería de la ventanilla por 7, 12 y 18 euros, además de una «Grande Sélection» por 32 euros o la selección de postres como la Leche frita, la crema catalana o la tarta del día. Además, helados, platos salados y, para beber, cava y champán. La merienda funciona de 16:00 a 19:30, con bocadillos, bollería, scones y carrito de golosinas, con un coste de 52 a 99 euros, según la bebida elegida. En Flor y Nata puedes hacer una reserva o incluso llegar de forma inesperada.
www. rosewoodhotels. com
Inaugurado en 1855, no es que sea un negocio que ya forme parte de la historia gastronómica de Madrid, es que tendremos que saber que es un imprescindible para dar sabor a una repostería añeja de calidad. doble formato de tienda y salón de té, debe su denominación a su fundador, que fue el pastelero riojano Dámaso Maza (pastelero personal de la Reina María Cristina de Habsburgo). Sin hijos, el corporativo pasa luego a sus dos maestros pasteleros, cuyas familias continuaron la cultura durante 7 generaciones.
Diariamente se despacha un desfile de bollería y hojaldres desde su barra y salón de té hasta las mesitas. A tener en cuenta, desde los llamados Azucarillos o Franchipán hasta la Anguila, el ‘Riojano’ chocolate para morirse), la Bamba, el Pepito o ‘palo’ de nada, el Pestiño, el Bartolillo, la Bayonesa, los bizcochos o los roscos. Desde 2-3 euros puedes tomar un trozo de caramelo y luego subir café o tea. In uploadition, hay especialidades saladas, jamón y queso napolitano o aguja de ternera.
www. confiteriaelriojano. com
Es el restaurante «clásico» del Mandarin Oriental Ritz, inaugurado en abril de 2021 tras una reforma integral y un cambio de titularidad, que supuso el fichaje de Quique Dacosta como director gastronómico, con varios restaurantes y conceptos dentro de este hotel de lujo. .
En Palm Court, además del almuerzo y la cena o el desayuno (que, además de atender a los invitados, acepta a no invitados siempre que haya espacio), se sirve un «té de la tarde». Con horario de 16:00 a 19:30 ( se aceptan las últimas mesas, eso sí, a las 18:00), se trata de un menú cerrado con bandeja de bocadillos, un ‘tour’ de snacks dulces, ‘scones’ y bebidas como cava, café y, por supuesto, té, ideal para la merienda. Precio de euros.
La cosa tiene una historia: «Como tributo al advenimiento del ‘té de la tarde’ en Madrid a través de Cesar Ritz, Palm Court sirve su edición del clásico ‘té de la tarde’ todas y cada una de las tardes, además de comidas y bebidas suaves». dicen en este espacio.
www. mandarinoriental. es
Puedes leer:
Los restaurantes de cocina japonesa en la barra y para todos los bolsillos
5 ensaladillas rusas para visitar en Madrid
Has estado en Ponzano 14. 000 veces y aún no has probado esas 7 tapas
Más información sobre GQ
Condé Nast España
© 2022 Condé Nast