Ciudad de México, a 21 de enero (SinEmbargo). – Su llamado es Fernando Espino Arévalo. Inició su carrera por el Sistema de Transporte Colectivo Metro (STC) en 1970 y poco después, en 1978, fue electo Secretario General del Sindicato Nacional de Trabajadores del Tránsito (SNTSTC). Han pasado 45 años y él continúa en esta organización, ahora en una posición de liderazgo.
Al igual que otros dirigentes sindicales, Espino Arévalo de Michoacán combinó sus actividades sindicales de industria con las de su partido. Según su información curricular, desde la década de 1960 fue miembro activo del PRI y luego del Partido Verde.
Mientras que en la política, estuvo a cargo de responsabilidades dentro del Sindicato, como la gestión del patrimonio o la «formación» del Comité Organizador.
Sin embargo, ha ocupado puestos de trabajo públicos y desde 2016 los sindicatos están obligados a rendir cuentas de sus ingresos, nómina, bienes y gastos, no hay constancia del patrimonio de Espino Arévalo. Su llamado no aparece en los portales del personal de la Ciudad de México ni del metro. .
El dirigente gremial se ha vuelto aplicable en las últimas semanas por la crisis que atraviesa el metro. Tras el azar del 7 de enero en el que murió un joven estudiante, hubo otros líos que el jefe de Gobierno calificó como «fuera de lugar». ordinaria”, por lo que pidió a más de 6. 000 efectivos de la Guardia Nacional que vigilen y eviten actos dolosos imaginables que tengan efectos en el funcionamiento del transporte.
Ya con el despliegue de seguridad, el domingo 15 de enero hubo un desprendimiento de vagones en la estación Polanco de la línea 7. En conferencia de prensa, el gerente general del metro, Guillermo Calderón Aguilera, se centró en explicar que al final El desafío no era el mantenimiento, sino los actos.
En cuanto a la separación de los vagones, afirma que se debe a la ausencia de un anillo de protección, un tornillo suelto y algún otro con ranura cortada y agrega, respecto al giro del destino en la línea 3, que el ejercicio en cuestión tiene se ha mantenido sistemáticamente lo que, según él, se realiza cada 10 a 12 000 kilómetros, unos 30 días.
“Es decir, está en la ventana de mantenimiento correcta. No es un factor de mantenimiento porque esos elementos de seguridad están siendo revisados”, dijo.
El Sindicato de Metro está integrado por el personal de la Coordinación de Carreteras, los talleres de inventario rodante, los encargados de las instalaciones constantes, el personal de mantenimiento de edificios, talleres y plazas, y los encargados de las estructuras.
Hay aproximadamente 12. 400 que atienden a más de cinco millones de usuarios diariamente, 36cinco días al año.
LÍDER PÚBLICO Y «FANTASMA»
Fernando Espino Arévalo inició su carrera en el PRI mucho antes de incorporarse a STC Métro. En 2006 optó por las siglas del Partido Verde Ecologista de México (PVEM). En ese momento, de uno u otro partido, fue diputado federal y local 4 veces y algún otro como suplente. Estuvo en el Congreso de 1991 a 2012.
De igual manera, se autocontroló al frente del Sindicato, ocupó cargos como “Secretario de Capacitación y Capacitación del Comité Ejecutivo General de la STSTC”, luego “Presidente de la Comisión Nacional de Patrimonio Sindical”, «Secretario General del Comité Ejecutivo General de la Unión» para ser el Presidente del Comité Nacional de Supervisión.
Más allá de su currículum y funciones, poco se sabe del dirigente gremial. A pesar de las disposiciones de transparencia que se han adelantado en los gremios de la industria, no es imaginable conocer ninguna de sus declaraciones patrimoniales, ni por este medio ni en sus obligaciones legislativas. .
Ni su sueldo ni su cargo aparecen en la nómina de Metro.
En el Portal de Transparencia de la Ciudad de México, el artículo 21 de la ley establece que tendrá que ser pública la “remuneración mensual bruta y neta de todos los servidores públicos fundamentales o de confianza, de todos los recaudos, sumando salarios”, prestaciones, gratificaciones, aguinaldos, comisiones, dietas, primas, incentivos, fuente de ingresos y esquemas de remuneración, indicando la periodicidad de dicha remuneración, en un formato que permita vincular a cada funcionario con su remuneración”.
En este mismo segmento llegan las nóminas de 2017 a 2022 y la llamada de Espino Arévalo sí que aparece en ninguna.
Y la opacidad del dirigente se extiende al Sindicato total: su portal Obligaciones de Transparencia en la Plataforma Nacional no está activo y en su portal de internet solo hay datos de la carrera de Espino y en la sección de transparencia, un registro de Poder A Point que contiene un organigrama de puestos, sin nombres.
El máximo detallado es el publicado a través del periodista Saúl Hernández en la revista EMEEQUIS en 2019.
“[La Unión] pagará 4 millones de pesos mensuales para pagar los sueldos de 191 personas. La lista incluye al propio Espino Arévalo y 15 familiares en primer y segundo grado: 3 exesposas, su pareja actual, una hermana, 4 hijos , 3 cuñadas, una prima y dos sobrinos.
Hernández destaca que esta organización de otros ocupó trece cargos con los sueldos y que fueron creados el 22 de noviembre de 2018, dos semanas después de que terminara el gobierno de Miguel Ángel Mancera.