El presidente Andrés Manuel López Obrador manifestó que su gobierno no es corrupto y si existen actos de esta índole, se “castigará y no habrá impunidad porque no establecemos relaciones de complicidad”.
Externó que la gente votó en el 2018 por un cambio verdadero, por lo que “el plan es acabar con la corrupción, ya que nada ha dañado más a México que los gobernantes, porque la corrupción política le ha dado al traste con todo y es la causa de la desigualdad”.
Recordó que no es epidemia o pandemia, es la peste más funesta que ha dañado a México, por lo que “con una mano enfrentamos el coronavirus y con la otra, con puño cerrado y puño fuerte, la corrupción”.
Puntualizó que si se destierra la corrupción se va a lograr el renacimiento de México, por lo que recordó que nunca se había tenido una denuncia por defraudación fiscal, por lo que acusó que en estas operaciones participaban políticos y empresarios, mismos que son “fichitas”.
Con la información de Carlos Lara El Sol de México