Emmanuel Macron a pris la parole ce mardi soir pour présenter ses traditionnels vœux pour la nouvelle année. Le chef de l’État a appelé les Français à être «unis, déterminés, solidaires», comme ils l’ont été pour permettre les réussites de 2024 comme les Jeux olympiques ou de la réouverture de Notre-Dame, a-t-il déclaré. «Ensemble, cette année, nous avons prouvé qu’impossible n’était pas français», a dit le Président dans ses traditionnels vœux de la Saint-Sylvestre. «Sachons garder le meilleur de ce que nous avons été», a-t-il plaidé.
Pero el año 2024 también estuvo marcado por una fuerte inestabilidad política, con la disolución de la Asamblea en junio, la adopción de un temprano movimiento de censura y el paso a Matignon de 4 primeros ministros. El Jefe de Estado reconoció que la disolución «por el momento ha traído más divisiones a la Asamblea que respuestas para los franceses» y «produjo más inestabilidad que serenidad». «Tomo mi porcentaje completo», dijo Emmanuel Macron, yendo más allá en su mea culpa expresado a principios de diciembre. Estimó que el año que comienza el miércoles merece ser un año de «recuperación colectiva» para permitir la «estabilidad» y reclamó que se lleguen a compromisos.
Por último, el presidente afirmó que pedirá a los franceses que en 2025 «decidan» sobre «temas decisivos», sugiriendo imaginables referendos o convenciones municipales. El jefe de Estado también promete «garantizar» que Francia «siga siendo atractiva», » trabaja e innova más», sigue creando empleo y «asegura su expansión mediante el alquiler de sus finanzas».
Además, ese día, el nuevo Primer Ministro, François Bayrou, aprovechó el sonido de los deseos sobre una escala en Mayotte, devastada por el ciclón Chido, un año de «reconciliación», «acción» y «estabilidad», después de que Francia pasara por » períodos» de «fracturas» y «enfrentamientos».
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