Por la Dra. Virginia Busnelli
Se acercan las celebraciones de fin de año y con ellas la oportunidad de reunirse, compartir con amigos y familiares, celebrar y reunirse en torno a una mesa donde la comida cobra protagonismo. No se puede negar que los platos que se ofrecen En esos eventos, en los casos máximos, involucran exceso de grasas, azúcares, sodio y calorías, no son los máximos compañeros productivos de una dieta saludable, además de la abundancia de esos alimentos el alcohol también es muy aportado, desde nuestra llegada hasta nuestra salida.
Sin que la comida sea nuestro mayor miedo por la noche, aquí os dejamos algunos equipos para que, frente a la mesa de Navidad o Año Nuevo, podamos decidir conscientemente y el frenesí, que luego se acompaña de culpa e incomodidad.
NO llegues a la hora del encuentro con un hambre voraz, para ello es muy vital repartir las ingestas del día y evitar ayunos muy prolongados, te propongo desayunar, comer y merendar el día de la fiesta. , porque si llegamos a la cena con un apetito estupendo porque no hemos comido durante el día, tenemos tendencia a decidirnos por los alimentos máximos en calorías y grasas y perder el control de lo que consumimos. la comida festiva con un apetito moderado que nos permite condimentar sin ansiedad ni excesos
¡Rompe las tradiciones! Avanza y elabora nuevas preparaciones, según tu sabor y más saludables, en las que el elemento mayoritario sean las verduras o frutas. Prueba nuevas, coloridas y flamantes ensaladas. Decora los platos con verduras crudas y cocidas y frutas de temporada, ya que cargarán volumen y fibra a la comida, lo que aumentará la sensación de saciedad.
Sirve un gran plato que te guste, dada la abundancia de opciones te presento las que prefieras y las sirvo en UN solo plato hasta que creas que está completo y suficiente, así estarás más consciente de lo que estás comiendo, el Los refrigerios constantes nos hacen perdernos entre tanta comida y probablemente comer mucho más.
¡Y lo mismo con el postre! No te voy a proponer que te prives de las y atractivas características de la mesa navideña, pero tienes que servirte en un plato un poco de todo lo que necesitas echar un vistazo, añadiendo aquí caramelizado, mazapán y turrón. plato de postre y echa un vistazo a no repetirlo. Si el plato tiene mucha fruta mejor.
Beber agua. Cuando tienes sed, tu cuerpo pide agua, no gaseosas, alcohol o zumos de frutas. Deja esas otras características para un brindis o un momento especial de la noche. Ni que decir tiene, si puedes y necesitas, mucho mejor.
Conéctese con las comidas. La música, las otras personas a las que no nos hemos fijado en mucho tiempo, las piezas de intercambio verbal y la típica vibra navideña hacen que, aunque tengamos la comida como pieza central, comemos sin sentido, sin darnos cuenta de mi figura y del plato de enfrente. de mí. Te invito a inspirarte a comer despacio, a saborear cada bocado y a sentir su efecto en nuestro cuerpo.
Vivamos esas vacaciones siendo conscientes de nuestro cuerpo, agradeciendo el momento y la vida y, además, disfrutando de la comida, sin que ésta sea la gran protagonista de la noche, que este al encuentro de los que amamos al máximo. ¡Buenas vacaciones!
Dra. Virginia Busnelli, (MN 110351), NutritionIst y Directora del Centro CRENYF de Endocrinología y Nutrición