Lo que no vio venir el PSOE durante la pandemia es que sería el Partido Popular quien, por criterios y circunstancias políticas, le libraría de tener que enfrentarse en el Congreso a una comisión de investigación sobre el expresidente del Gobierno Felipe González y su presunta vinculación a la trama de los GAL (Grupos Antiterroristas de Liberación).
Las incógnitas que rodean esa etapa del «viejo» PSOE, y que inevitablemente salpican al «nuevo», brotan cada cierto tiempo como quien no es capaz de arrancar de raíz una hierba mala. En esta ocasión, el momento podría haber sido el más lacerante para un Gobierno que afronta una crisis, sobre todo, porque la iniciativa parte de sus socios.
Pero será el PP -con quién Pedro Sánchez no quiere negociar nada- quién sume fuerzas con los socialistas por «sentido de Estado» para tumbar una comisión que entronca con los ataques a la Transición y a la Monarquía.
La semana pasada, ERC, JxCat, PNV, EH Bildu, BNG y CUP, todos socios menos los últimos, registraron la petición para «esclarecer las responsabilidades y vínculos con los GAL de los Gobiernos de Felipe González». Lo hicieron amparados en unos archivos de la CIA (Agencia Central de Inteligencia de EE.UU.), desclasificados en 2011, que contienen informaciones de 1984 donde se apunta a que González creó los GAL y combatió a ETA fuera de la ley. No obstante, estos papeles no aportaban nada nuevo a lo que ya se conocía.
A pesar de que la portavoz del PSOE en el Congreso, Adriana Lastra, expresó la semana pasada el rechazo de su partido a investigar al expresidente socialista, Sánchez se mantiene desde hace una semana en el más absoluto mutismo. Lo que alienta el ataque de sus socios a González. Ese silencio es además toda una declaración de intenciones.
La relación entre ambos es pésima por los vínculos del actual líder del PSOE con Podemos y el nacionalismo. González se dijo traicionado por Sánchez e impulsó su expulsión del PSOE el 1 de octubre de 2016. Hace unos días, tildó el Gobierno bicéfalo de PSOE y UP como «el camarote de los hermanos Marx». Por lo que no habrá defensa del presidente. A modo de revancha.
En cambio, sí la ha habido de algunos barones socialistas, como Emiliano García-Page o Guillermo Fernández Vara, así como de la expresidenta de Andalucía, Susana Díaz. También de otros dirigentes socialistas, como el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, o el alcalde de Mérida, Antonio Rodríguez Osuna. Lo que evidencia la delicada tesitura en la que la enemistad de ambos sitúa al partido. Pues dibuja una línea divisoria entre el «sanchismo» y una parte de la vieja guardia del PSOE.
La petición de investigación ha continuado su trámite parlamentario y esta mañana será calificada por la Mesa de la Cámara Baja ya que, según ha podido saber ABC, los letrados no ven impedimento para su debate. La propuesta de los servicios jurídicos es «admitir a trámite» el texto y trasladarlo a la Junta de Portavoces «para su eventual inclusión en el orden del día de una próxima sesión plenaria». El PSOE tendrá que enfrentarse o ignorar los argumentos de sus socios, ya que en la Junta están presentes todos los grupos.
Además, el PSOE tendrá que carear otra discordancia con su aliado de Gobierno, Unidas Podemos (UP). Porque el Grupo Confederal decidió corregir su «no» para apoyar la comisión en cuestión de horas, dejando en el proceso una embarazosa rectificación ante su electorado a escasas semanas de los comicios vascos (12-J). El desprecio del «sanchismo» a González es tal que tampoco se han pronunciado ante este giro de Pablo Iglesias.
El portavoz de UP en el Congreso, Pablo Echenique, se desvinculó en un primer momento de la propuesta. «Todo el mundo sabe lo que pasó», dijo Echenique, que defendió que el informe de la CIA no decía «nada nuevo» y abordó de «inoportuna» la comisión. Después, UP tuvo que recular por presiones internas y externas y anunciar el voto a favor «en base a la coherencia, los principios y las demandas sociales».
Por otro lado, además del PP, el PSOE también podría recibir el respaldo de Vox. El partido de Santiago Abascal no desvelará su posición hasta hoy pero parece improbable que salga en apoyo de una iniciativa que nace del independentismo y el republicanismo. No obstante, este debate se producirá el martes de la semana que viene o el siguiente ya que el orden del día de mañana está cerrado.
La ofensiva contra el expresidente no queda aquí. Además de la comisión de investigación, la Mesa examinará hoy la petición de comparecencia de González y del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ante la Comisión de Interior para «informar sobre hechos relativos al terrorismo de Estado tras las revelaciones realizadas por la desclasificación de documentación de la CIA». Una solicitud también impulsada por Bildu.
Aunque ambas iniciativas tendrán menos recorrido que la comisión de investigación y serán tumbadas esta mañana por la Mesa. Según ha podido saber este medio, el informe de los letrados concluye que ninguna de las dos puede ser admitida a trámite ya que van en contra de los supuestos establecidos en el Reglamento. La de Grande-Marlaska porque las actuaciones de un Gobierno anterior están fuera de su competencia, mientras que la de González porque pretende un control a una persona que no es parte del Ejecutivo actual.
UP no se ha pronunciado aún sobre la posición que mantendrá hoy ante esta segunda parte del ataque a González que el PSOE, igual que sucederá con la comisión de investigación , repelerá gracias a los votos del PP.
Hola!
Queremos conocerte para poder ofrecerte los contenidos según tus preferencias ¿Podrías respondernos unas breves preguntas?
No te llevará más de un minuto, Gracias de antemano!
Por favor ¿Nos puedes facilitar tu fecha de nacimiento y genero?
Por favor, marque uno o más temas de interés para usted.