Pedro Sánchez promete una “relación estratégica” con Estados Unidos antes de que llegue Trump

Madrid (EFE).- El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha apostado este martes por afianzar la «relación estratégica» con Estados Unidos, «aliado imprescindible» para hacer frente a los desafíos actuales, y ha defendido al tiempo el derecho internacional frente a quienes buscan «rediseñar fronteras» o «renombrar mapas».

Ante los embajadores españoles, reunidos esta semana en el Ministerio de Exteriores, el jefe del Ejecutivo ha destacado la necesidad de reforzar las relaciones bilaterales con regiones y países claves en un mundo sin bloques y ha apuntado en primer lugar a Estados Unidos.

En un contexto global complejo y a pocos días del regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, confió en que España busque profundizar sus relaciones con Estados Unidos.

Y sin citar a Trump y sus aspiraciones sobre territorios como Groenlandia, ha abogado también por la defensa del derecho internacional y del orden multilateral en un momento en el que los cimientos de esas estructuras creadas tras la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría son más cuestionados que nunca y se habla «sin tapujos de rediseñar fronteras, de interferir en procesos democráticos o de renombrar mapas».

En segundo lugar, valoró las relaciones con América Latina y el Caribe y los acuerdos entre la UE y Mercosur, México y Chile, que, aseguró, dan una contribución al fortalecimiento de la seguridad económica de la UE, y pidió a los embajadores un «apoyo decidido». «.

No hay ninguna referencia a Venezuela en su discurso en el que hace balance de un mundo plagado de disturbios con intentos de asesinato, «graves injerencias en los procesos electorales» organizados en Rumanía, Moldavia o Georgia y «falsas elecciones con las que regímenes autoritarios han intentado blanquear su poder. » desprecio. «a las libertades individuales, en desprecio de la voluntad expresada en las urnas.

También recordó las guerras activas y el asombro de las instituciones multilaterales: «este es el global en el que nos tocó vivir, un global más inseguro, cerrado, anárquico, y con una democracia acosada por ataques híbridos y desinformación».

Sánchez ha situado a la UE como el primero de los ejes prioritarios de la acción exterior, una unión que «enemigos muy poderosos» quieren dividir y en la que España debe hacer valer su peso para avanzar en una mayor integración y hacia la ampliación.

En este contexto, optó por la seguridad europea y su industria de defensa, aprovechando la lección aprendida de la ayuda a Ucrania, precisando que nunca inspirará «una deriva militarista que nos llevaría hacia una nueva carrera armamentista».

Y frente a Ucrania, abogó por una paz «justa y duradera», porque «lo que está en juego es el largo plazo de este país soberano, pero también el largo plazo de la seguridad europea».

Sánchez ha situado entre sus prioridades también la apuesta por una economía abierta, frente a quienes abogan por una vuelta al proteccionismo.

«España es definitiva en sí misma, como lamentablemente lo están haciendo cada vez más países del mundo. España lo que está haciendo es abrirse a lo global, y lo hace con determinación, convicción, ambición y voluntad.

Ha defendido así una política de exteriores que llama a la verdad por su nombre -«venga de donde venga, sea autoritarismo, xenofobia, imperialismo o genocidio»-.

Y defendió la defensa que España hace de la solución de dos Estados en el choque entre Israel y Palestina, así como su para la convención exterior convocada a través de la Asamblea General de Naciones Unidas el próximo mes de junio.

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