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El presidente Sebastián Piñera dijo que la acusación constitucional en su contra presentada pir 11 legisladores en el Congreso «no tiene ningún fundamento» ni «aporta nada». Lo que necesita Chile es «paz, es unidad y soluciones» para dejar atrás el estallido social. La reacción del jefe de Estado se conoce en las vísperas de la sesión en la que seis parlamentarios analizarán si dan curso a la investigación por su responsabilidad en las violaciones a los derechos humanos cometidas a lo largo de un mes por las fuerzas de seguridad. Piñera dijo primero que el país enfrentaba «una guerra» y luego se retractó.
Desde que comenzaron los reclamos callejeros por un Chile más equitativo murieron 26 personas, tres de ellas aún sin identificar, mientras que centenares resultaron heridas: unos 220 ciudadanos padecen serias lesiones oculares con pérdida de vista en muchos casos. El escándalo internacional que supuso la utilización de armas contra los manifestantes obligó a Carabineros, la policía militarizada, a anunciar que se abstendrá de disparar perdigones. «La decisión llega más de 200 ojos tarde», señaló el diputado de izquierdas Giorgio Jackson.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dijo que «no hay duda» sobre el tenor represivo de los uniformados. El presidente de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, llegó a la misma conclusión.
LA RELACIÓN DE FUERZAS
Con este precedente se reunirán tres parlamentarios de centro e izquierda y dos de la coalición del Gobierno de derechas. Para que la cámara de diputados haga lugar a la acusación se necesita el voto favorable de la mayoría de los 155 diputados en ejercicio, es decir 78. Los adversarios de Piñera tienen cinco votos más de los requeridos. Si alcanza ese respaldo, en el Senado, que se desempeña como jurado, la acusación se aprueba con dos tercios de los 43 parlamentarios en ejercicio, es decir 29. A la oposición le faltarían seis votos.
Por lo pronto, el ministro del Interior saliente, Andrés Chadwick, tuvo que presentar por escrito su defensa ante la comisión revisora de la Acusación Constitucional en su contra.»Durante mi gestión como Ministro del Interior y Seguridad Pública no infringí la Constitución ni las leyes en forma alguna, por acción ni omisión, ni tampoco vulneré el derecho a la vida, integridad física o psíquica, debido proceso legal, inviolabilidad del hogar y de la libertad personal de nuestros compatriotas», alegó. Chadwick, quien es primo de Piñera, juró haber observado de manera «estricta» el respeto a las leyes.
ALLENDE NO QUIERE DESTITUCIÓN
A pesar del mantener un fuerte diferendo político con Piñera, la senador Isabel Allende, hija del extinto presidente chileno, Salvador Allende, rechazó toda posibilidad de interrumpir su mandato. «Para mí, los presidentes, como son elegidos democráticamente, deben terminar sus períodos. Eso es algo que lo tengo muy profundamente en mi alma», dijo. Allende remarcó en ese sentido que «no es partidaria» de la acusación constitucional. No obstante remarcó que ha sido «gravísimo lo que ha ocurrido» en ese país desde el 18 de octubre, cuando el conflicto social salió a luz en toda su dimensión. «Nunca he visto algo igual: tener más de 220 personas con lesiones oculares o perdidas oculares en algunos casos, dramático», señaló.
En el Día Universal del Niño que se conmemoró el 20 de noviembre, la defensora de la niñez, Patricia Muñoz, reconoció que no hay razones para celebrar en Chile: los derechos de 327 menores de edad fueron vulnerados por personal policial y militar; 118 registran lesiones físicas asociadas a golpes de puños y patadas mientras que 48 fueron heridos por perdigones y 11 por balas.