Hace unos días, el ministro de Finanzas alemán y recientemente reelegido líder del Partido Democrático Libre (Die Freien Demokaten Partei, FDP), Christian Lindner, en un conocido diario económico estadounidense, aconsejó que la Unión Europea volviera a la llamada Criterios de convergencia de Maastricht.
Recordemos que uno de los objetivos de este ministro cuando tomó el puesto de trabajo era poner en marcha un Not Schuldenbremse, es decir un «freno de emergencia a la deuda». ¡Qué abismal diferencia con nuestros ministros de industria! Una opinión que empieza a ser tenido en cuenta a través de organismos como la Comisión Europea en todo lo relacionado con las condiciones de la deuda.
Estos criterios, que explicaremos a continuación, se recogieron en el artículo 121 TUE y tenían por objeto garantizar que los países que aspiraban a adherirse al euro tuvieran las cuentas públicas más sanas imaginables. Se establecieron porque iban a adoptar una moneda que sería muy fuerte. Como recordatorio, se ha establecido que 1 € sería 2 marcos alemanes, la moneda de referencia en lo que últimamente se llama la «zona euro».
Digamos también que antes de 2002, cuando se licitó el euro, el único país que, con un esfuerzo maravilloso, cumplió esos criterios fue España, presidida por José María Aznar. La propia Alemania no los cumplió, pero su caso quedó excluido ya que estaban en trámite de reunificación.
La convergencia estableció que:
(Hay algún otro punto similar al tipo de cambio y devaluaciones que últimamente no tiene sentido analizar en el caso de España porque ya tiene el euro)
Sede de la Comisión Europea en Bruselas
Bien, ahora que vamos a ver los principales conocimientos macroeconómicos a los que se refieren los criterios pasados, nos concederemos una pequeña licencia que se compone únicamente de leerlos para el año 2022, salvo que se indique de otro modo, dado que los pasados 3 años Europa se vio sumida en una pandemia que puso patas arriba todo el escenario económico.
Por lo que se ha advertido en los puntos anteriores, España no está en una posición idónea para hacer frente a las nuevas reglas del juego que se empezarán a aplicar en la Unión a partir del próximo año. Tendremos que adoptar profundas reformas de la deuda, reformas encaminadas en el recorte del gasto público en todos los grados de gobierno. La deuda, financiada a través de la «impresión de dinero nuevo», nos dice que es la principal causa de la inflación y, por lo tanto, del aumento de los precios.
01
02
03
04
05