Emmanuel Macron, el hablador de la República

Anita Hausser, periodista y editora del Atlántico, ofrece a sus lectores algunos de los secretos de la política francesa y exterior. El libro electrónico de Sarkozy es Itinéraire d’une ambition (Editions l’Archipel, 2003). También dirigió los documentales Femme députée, un homme comme les autres?(2014) y Bruno Le Maire, l’Affranchi (2015).

¿Por qué hablaste anoche? Anunciar a los franceses que, para compensar el valor del combustible, renuncia a la aparición del derecho a vender combustible con pérdidas y que, a modo de reembolso, las personas con bajos ingresos obtendrán ventajas de un cheque anual de un ¿Cientos de euros?¿Cuál es la buena voluntad de las marcas para imponer un valor constante a los productos alimentarios?¿O esperan encontrar un compromiso con el derecho a voto para la «inmigración» a largo plazo?¿Cree que Francia «recordará» los dos embajadores en Níger que esos países han expulsado y que se retirarán del contingente que también marca el fin de la «cooperación militar»?

Emmanuel Macron tenía prisa por aprovechar la buena suerte de las dos visitas oficiales (el rey Carlos III y el papa Francisco) que Francia acogió con agrado la semana pasada. Y detrás de las “felicitaciones” enviadas a los franceses por el buen desarrollo de esos eventos, había una forma de autocomplacencia. También se mostró impaciente por anunciar que «vamos a invertir 40 mil millones» para la transición ecológica «que permitirá a Francia reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 55% en 2030», y que nuestro paso «estará entre los primeros depósitos de carbono». se liberará en 2027. Los depósitos centrales de carbono se “convertirán en biomasa”. Para hacer esos anuncios, no dudó en sacudir la cultura republicana interviniendo la noche de las elecciones, en este caso senatoriales. Y, como prueba más de la escasa atención que presta al acontecimiento, Emmanuel Macron habló de la renovación gradual de la Cámara Alta, mientras que el Senado se renueva parcialmente desde 2011, fruto del alivio en la duración del mandato de senadores de nueve a seis años. Emmanuel Macron tenía tanto que decir, tantos argumentos que esgrimir para convencer (por ejemplo, que no es el Estado el que aumenta los impuestos, sino los municipios, propuestas que hicieron rugir a las asociaciones de alcaldes), que la entrevista se convirtió en En un monólogo, los dos entrevistadores no lograron interrumpir a su interlocutor para descargar tal o cual aclaración…

Los franceses esperaban respuestas y respuestas a la cuestión que más les preocupaba: la inflación. . . Pesa sobre el precio del carburante, cuyo aumento (dos euros o más, por litro), se debe precisamente a la aumentando el valor del petróleo, pero también los impuestos (50% del valor de un litro en el surtidor). ¿Hará el gobierno algún movimiento, como se pide aquí y allá? No ! Elizabeth Borne ya había dicho quién había propuesto la idea de autorizar la promoción con pérdidas. Ante la negativa mordaz de las petroleras, el ejecutivo se retracta. . . Imposible bajar los impuestos, dice a su vez Emmanuel Macron. Necesita invertir 40 mil millones para la transición ecológica que al final nos permitirá prescindir de los combustibles fósiles y son esos impuestos los que la financiarán. . . Y a la espera del coche eléctrico mágico, será un pequeño cheque. para pequeños ingresos. Además del avance de Emmanuel Macron sobre el «valor del coste» del combustible, ¡que se practique en superficies gigantes, lo que ya no es muy improbable para las pequeñas estaciones de servicio! En el caso de los precios alimentarios, que también pesan sobre el presupuesto familiar, el Jefe de Estado cuenta con negociaciones con las marcas para reducirlos, con un alivio en los márgenes de estas últimas, que también está lejos de ser conquistado. Queda una solución: aumentar los salarios. Esto no fue explicado, pero Emmanuel habló del concepto de “trabajar con todas las ramas que tengan un salario mínimo según el SMIC legal”.

En cuanto al otro tema candente del momento, la cuestión migratoria, el Jefe de Estado respondió al Papa Francisco que pidió un «aumento contra la indiferencia» el sábado en Marsella: «El Papa tiene razón al pedir este aumento contra la indiferencia» , pero «nuestros franceses, nuestros hagamos nuestra parte», afirmó, en palabras de Michel Rocard, «Francia no puede acomodarse a todas las miserias del mundo». El escenario es tanto más esquizofrénico cuanto que Emmanuel Macron necesita ayudar a Italia: «No podemos dejar sola a Italia» (es decir, acoger a los inmigrantes), defendiendo soluciones europeas, mientras él busca un compromiso con el derechista LR (el partido de Eric Ciotti se opone rotundamente a la regularización de los inmigrantes ilegales que cuadros – para aprobar la ley de largo plazo. El juego promete estar reñido, al igual que la discusión presupuestaria, ya que el gobierno está atrapado entre el deseo de reducir los déficits abisales y el deseo de compensar las flagrantes desigualdades sociales.

Anita Hausser, periodista y editora del Atlántico, ofrece a sus lectores algunos de los secretos de la política francesa y exterior. El libro electrónico de Sarkozy es Itinéraire d’une ambition (Editions l’Archipel, 2003). También dirigió los documentales Femme députée, un homme comme les autres?(2014) y Bruno Le Maire, l’Affranchi (2015).

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