Casado defiende a los portavoces del PP y se niega a ser «la muleta de Sánchez»

El líder del PP, Pablo Casado, marcó la hoja de ruta de su partido para el nuevo rumbo político y dejó claro que no hay pacto con el gobierno de coalición existente, pues se negó a ser la «muleta» de Pedro Sánchez y por el contrario, planea derrotarlo en las urnas.

El PP convocó este jueves a su máximo marco para ratificar los ajustes de liderazgo, sumando la destitución de la portavoz parlamentaria, Cayetana Álvarez de Toledo, que se conocía con el ala «radical» del partido, y su sustitución a través de Cuca Gamarra, de un más carácter moderado.

Pero su salida de la dirección del partido no significa un giro hacia la moderación y los pactos con el gobierno, a lo que ella misma aludió en su despedida, como dijo hoy Casado. La primera, porque considera que el partido ha estado en el centro y no quiere que nadie le dé «tarjetas de moderación».

Y el segundo, porque el PP «puede ser componente del gobierno de Sánchez» y actuará como «muleta suplente» o «sustituto de Podemos».

Además, «no hay un pacto imaginable» con los que piden la abdicación del rey, el acuerdo con Cataluña o el «blanqueo» de Bildu, dijo el líder del Popular.

Con esas declaraciones, Casado no solo critica una de las grandes propuestas de Elvarez de Toledo, que ha abogado por un gobierno de concentración, sino que también ha emitido una advertencia a Sánchez, porque, si pretende utilizar al PP como «sustituto» de comunistas y nacionalistas, es que él «no tiene principios».

Internamente, el mensaje es la unidad, la apertura del partido a las «plazas», y caer en las «trampas» de la izquierda, con su dicotomía entre «sumisión y agresión».

Ni «sobresalir» ni «actuar agresivamente», dijo Casado, quien insistió en que el partido tendrá que tener «una puerta grande» para volver a albergar a diez millones de personas.

Está convencido de que los españoles ven al PP como una «alternativa» al gobierno, aunque éste se niegue a conformarse con sus propuestas. «Nuestra única ancla es España, y nuestro único velo es la libertad», dijo tras asegurar que los que desertaron de su partido «se equivocaron».

También pareció tener en cuenta que Elvarez de Toledo se equivocó, aunque las únicas palabras directas que pronunció fueron agradecerle sus cuadros de las dos últimas legislaturas y decirle que el PP será su «casa».

Sin embargo, en la siguiente línea, presiona que «lo complicado es no invocar la propia libertad y ponerla en primer lugar: lo complicado es proteger la libertad de todos y ponerla por encima de todo», en qué clara referencia a la actitud de la exparlamentaria ante su despedida, en la que reclamó su libertad.

Casado continuó, en el mismo espíritu, abogando por una política «en grande, pensando en todos» porque la renuncia que se trata a través de un partido «es una debilidad de carácter, es un acto de valentía, un sacrificio a favor de un no insólito y increíblemente inteligente «, y es» sumisión «- opuesto a lo que afirmó Álvarez de Toledo – pero» nobleza «.

Los ajustes ratificados suponen también la integración en la dirección del partido del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, que ocupará el cargo de portavoz nacional, un cargo dependiente de Casado y el secretario general del partido, Teodoro García-EgeaArray y en la altura de los subsecretarios.

Además, la vicepresidenta de momento del Congreso, Ana Pastor, será la subsecretaria de Política Social, cargo que hasta ahora se desempeñaba a través de Cuca Gamarra, la nueva portavoz parlamentaria.

Estos ajustes fueron a través de los barones regionales, quienes participaron telemáticamente en la reunión.

Dos de ellos, el presidente gallego, Alberto Nuez Feijo, y la madrileña Isabel Daaz Ayuso, participaron en la junta de administración y felicitaron las nuevas incorporaciones, según el partido, además de referirse a las en sus respectivas comunidades.

Feijao pensó que el PP es más obligatorio que nunca porque hay «el peor gobierno imaginable» y confía en que el partido es como un círculo de familiares y la «casa de todos», que Ayuso ha ratificado insistiendo en que es obligatorio. ser «equipo, equipo, equipo».

Ambos exigieron, de cara al inicio del curso escolar, un protocolo de soltería en el punto nacional y la convocatoria de la Conferencia de Presidentes Autonómicos a tal efecto, prevista para finales de este mes.

El que no pidió hablar es Álvarez de Toledo, también se enganchó telemáticamente a la reunión, a la espera de la resolución sobre su futuro político, de la que dijo no tener idea todavía el lunes, cuando dio la impresión ante los medios. después de su despido.

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