Según el Banco Mundial, durante las últimas dos décadas, el valor promedio de un robot comercial se ha reducido a la mitad en términos reales. Sin embargo, sus compradores son básicamente países de altos ingresos en Asia, Europa Occidental y América del Norte, y su uso se limita a sectores económicos como la industria automotriz. ¿Qué pasa con países emergentes como México y sectores económicos ligeramente robotizados?Federico Mingramm y Napoleón Ramírez, ex ganadores del Premio Nacional de Mecatrónica y CENEVAL, y su equipo crearon el punto medio entre tecnología, accesibilidad y escolarización para esos países. Su empresa, makerSite, nació en 2019 con un proyecto para mitigar el agujero tecnológico en el sector escolar mexicano y latinoamericano a través de robots accesibles, escalables y físicamente potentes.
Esperamos ver a DreamsLab en las mejores escuelas y universidades que lo deseen al máximo en México y, eventualmente, en América Latina dentro de los próximos dos años», dice Adolfo Escamilla, Director de Crecimiento.
La técnica tecnológica de makerSite se vuelve aplicable en un momento para la escolarización en América Latina.
Cientos de miles de mujeres y adolescentes están regresando a las salas de estudio en usuarias después de una larga era de educación virtual. Como profesora de ingeniería mecatrónica», observa el cofundador y director ejecutivo Federico Mingramm, «veo en los ojos de los estudiantes una ansiedad por darse cuenta y hacer con sus propias manos».
«En última instancia», reflexiona Adolfo Escamilla, «la propuesta de precio de makerSite es el empoderamiento: la habilidad de ser los creadores de nuestra realidad. Es por eso que en makerSite, nos gusta decir que no solo ‘hacemos cosas’, sino que construimos para el ser humano.