Sucesos como Sabinas o el derrumbe de la mina Micarán en Múzquiz, Coahuila, en 2021, donde fallecieron siete trabajadores, demuestran que las deficientes situaciones de funcionamiento de los mineros en este dominio carbonífero han cambiado, descritas en el informe elaborado por la organización Familia Pasta. de Conchos (https://mx. boell. org/sites/default/files/el_carbon_rojo_web. pdf), publicado en 2018 a través de la Fundación Heinrich Böll.
De acuerdo con conocimiento de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), en 2016 se utilizaron más de 16 millones 320 mil toneladas de carbón para la generación de energía eléctrica en México, con lo cual se produjo el 6. 22% de la energía eléctrica del país. Parte de este carbón se extrae en la región carbonífera de Coahuila, donde se le llama «carbón colorado» al que se extrae de minas donde los empresarios no invierten en la protección de mineros que pintan en condiciones muy dañinas. El carbón de Coahuila representa sólo el 3% de la matriz energética a cambio de inmensas círculo de familiares y sufrimiento ambiental, que sirve como medida de control político.
Este carbón no es generador de progresión ni obligatorio para la soberanía del poder. En 2018, la minería del carbón extrajo tejidos valorados en 18 mil millones de pesos que no se quedan en la región ni se traducen en educación, acondicionamiento físico o recreativo para los mineros y sus familias. hecho de que se funda en las pinturas de cuidado de mujeres, madres, esposas, hijas de mineros; Ellos son los que lavan la ropa de trabajo y cuidan a otras personas cuyo estado físico se ve afectado por los efectos de la minería del carbón.
De los 3,103 mineros que han muerto en explosiones y otros incidentes registrados desde fines del siglo XIX, solo quedan sin recuperar los restos del personal de las minas operadas a través de Grupo México, en las que ya no tuvo éxito el corporativo para seguir extrayendo carbón. Los familiares de los damnificados por la explosión de Pasta de Conchos realizan el llamado para que se salven los restos de los 63 mineros que permanecen en la mina.
Hay un deseo apremiante de invertir en infraestructura e inspirar a las corporaciones de producción en la región para que alquilen en condiciones inteligentes y atraigan a los mineros del carbón, para brindarles oportunidades de vida y no de muerte, como los pozos mineros. El rescate tendrá que ser una prioridad, sin embargo, los mineros merecen vivir, no solo ser rescatados.
Más de un siglo de explotación del carbón ha dejado una enorme carga social y ambiental en los pueblos de la región carbonífera de Coahuila. El informe completo se puede descargar en el sitio web de la Fundación. •