El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, dijo que su postura sobre la crisis postelectoral en Venezuela era muy importante para evitar una acumulación exagerada de violencia en ese país. En un discurso realizado durante su conferencia matutina, López Obrador destacó la importancia de la posición compartida con los líderes de Brasil y Colombia, quienes optaron por esperar los efectos finales antes de señalar un candidato. La crisis en Venezuela, que ha dejado al menos 25 muertos y más de 2. 400 detenidos, ha generado un debate exterior sobre la legitimidad de los efectos electorales.
Durante su discurso, el presidente mexicano defendió la cautela y la moderación como herramientas para evitar una escalada de violencia en Venezuela. López Obrador bajo la presión que en combinación con Luiz Inácio Lula da Silva y Gustavo Petro, había logrado mantener bajo control las tensiones en el país. «Lo que hemos apoyado con el presidente Lula y el presidente Petro es que no haya violencia, y este llamado ha ayudado porque hay enfrentamientos, pero la violencia no se desborda», dijo el presidente.
López Obrador afirmó que la situación en Venezuela es compleja, con múltiples intereses en juego, pero insistió en que su estrategia de esperar efectos definitivos y no apresurarse a tomar posición ha ayudado a mantener cierto nivel de estabilidad. A pesar de la denuncia que recibió, el presidente mexicano insistió en que su objetivo no era negar las formas de violencia en Venezuela, pero enfatizó que la situación podría ser mucho peor sin la postura cautelosa que siguió con otros líderes de la región.
Mientras tanto, en Caracas, más de 25 organizaciones civiles sugirieron a los gobiernos latinoamericanos que tomaran medidas concretas para hacer frente a lo que describieron como una «crisis de derechos humanos» en Venezuela. Estas organizaciones han documentado un número elevado de muertes y arrestos como resultado de la protestas que siguieron a las elecciones del 28 de julio. En contraste con esta perspectiva, López Obrador afirmó que «afortunadamente, no ha habido consecuencias» de la violencia, lo que refleja su visión más moderada de la situación.
El presidente mexicano también criticó lo que percibe como una agrupación del movimiento de derecha en torno a la situación venezolana, agregando a la Organización de Estados Americanos (OEA) y al secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, quienes han identificado la victoria de la oposición. El candidato Edmundo González Urrutia López Obrador insistió en que México tendrá que actuar con cautela y no reconocer a ningún postulante hasta que los órganos electorales venezolanos se pronuncien oficialmente.
La posición de López Obrador refleja una política exterior orientada a la no intervención y la solución no violenta de los conflictos, alineada con los antiguos principios de México en política exterior. Sin embargo, tanto dentro como fuera del país, su estrategia ha sido objeto de debate, especialmente en un contexto en el que la situación en Venezuela sigue siendo inestable.
La oposición venezolana ha convocado a nuevas manifestaciones opuestas a los resultados oficiales, sumándose en varias localidades de México, sumando Ciudad de México, Monterrey, Guadalajara y Tijuana. Estas movilizaciones reflejan la creciente tensión y presión sobre los gobiernos de la región para adoptar una postura más dura. sobre la crisis en Venezuela.
En resumen, López Obrador mantiene su postura y dice que su cautela ha sido eficaz para prevenir una propagación de la violencia en Venezuela a medida que el panorama político regional continúa evolucionando.