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Las relaciones públicas o métodos de relaciones públicas están a la orden del día. A nadie le sorprende que se falsifique una cita entre dos actores con estilo, a instancias de sus representantes, para aparecer en los titulares y aumentar la popularidad y el prestigio de sus representados. En cierto modo, esta “expedición” que en el pasado se realizaba a través de entusiastas –la de imaginar una verdadera cita entre dos personajes de ficción– ahora resulta evidente. No tienes que creerlo. Yo mismo me enamoré del concepto de Jeremy Allen White y Ayo Edeberi riéndose y tal vez comenzando un romance de verano. Luego todo quedó en un video que incluso fue reseñado a través del New York Times, pero los momentos donde fantaseaba con la opción de que así fuera me levantaron el ánimo en un lunes aburrido.
Estamos más que acostumbrados a que todas y cada una de las excursiones promocionales estén compuestas por cuidadas estrategias de marketing. Hace apenas un año, Barbie hizo todo lo posible por lograr la apariencia de muñeca de su protagonista, Margot Robbie, y ahora su esposa profesional se encarga de repetir la hazaña. Blake Lively, de edad cercana a Robbie, acaba de estrenar la película Breaking the Circle, la adaptación audiovisual de la novela de Colleen Hoover. Una película que la actriz acabó generando con el director Justin Baldoni, quien ya había adquirido los derechos del libro electrónico en 2019.
Recientemente, supimos que el actor principal de la película había sido excluido de la ecuación, favoreciendo la presencia del marido de la actriz, Ryan Reynolds. Que hace el verano con Deadpool
Esto se garantiza a través de al menos una de las partes; El otro se defiende explicando que se trata de darle un toque más femenino al escenario. ¿Y quién se opondría a algo así? Mientras tanto, no hay rastro de una conexión física o emocional entre Lively y Baldoni en las decenas de alfombras rojas y estrenos que se han celebrado hasta el momento. Mientras tanto, sólo palabras inteligentes del director hacia Lively y acusaciones en su contra por parte de fuentes cercanas a la actriz por crear un mal ambiente.
Pero la máxima denuncia visual es la realizada a través de la propia Lively, quien asegura haberse sentido muy mal luego de que el actor se interesara por su peso. La cantante de Jane the Virgin tuvo que levantar a la actriz en una de las escenas y al parecer estaba preocupada por sus problemas de espalda. El caso es que Lively dio a luz a su cuarto bebé el año pasado y la consulta en cuestión la habría puesto en peligro y en peligro.
En cualquier caso, quien no salió airosa de este relato total de acusaciones cruzadas y odios compartidos -que los anglosajones llaman feudo- fue la actriz. A pesar de su popularidad, formando una de las parejas más influyentes del siglo XXI. con Reynolds y siendo muy amiga de Taylor Swift, los vientos no soplaban a su favor. Un ejemplo más de que a veces, por mucho que vaya la gran maquinaria, nadie puede sustituir lo que piensan los demás. Y entusiastas y no entusiastas de Lively han tomado la decisión de que la actriz de Gossip Girl ha cruzado todas las líneas rojas. Porque la artista y magnate de Hollywood jugó con un desafío del que ya nadie puede bromear.
Un usuario preparado para consolidarla como un ícono de la moda y forzar la pareja con Ryan Reynolds.
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En lo que va de año, el número de mujeres asesinadas por violencia de género en España asciende a 29 y esto es sólo la punta del iceberg de una lacra social que no da síntomas de detenerse. Al menos, de momento. La historia de Lily Bloom, a quien interpreta la actriz, una mujer que trabaja como florista y que sufre violencia de género, será por tanto una oportunidad para centrarse en un factor de suma importancia que nos considera a todos.
Sin embargo, la estadounidense se ha comprometido a ignorar las preguntas que abordaban el desafío e incluso se ha permitido reírse de los periodistas que han dirigido su mente hacia este desafío. Por si fuera poco, aprovecha para publicitar su producto de cuidado del cabello. línea, Blake Brown Beauty, así como su línea de cócteles sin alcohol, Betty Buzz. Todo ello, vestido con conjuntos floridos y maximalistas; haciendo así un guiño a la carrera de su personaje en la película, que tampoco fue bien ganada y fue calificada de frívola.
A pesar de las numerosas voces que discuten estos días los cotilleos veraniegos, las reacciones en Twitter y TikTok inclinan la balanza a favor de la actriz, que habría ignorado el objetivo de la novela: señalar con el dedo una denuncia de violencia de género y problematizarla. Desde entonces, los usuarios de esas redes sociales se han comprometido a recopilar una serie de desafortunadas respuestas de Lively, quien resulta bromear sobre el tema e incluso se permite ser irreverente.
Nada que ver con la técnica de Baldoni ante este desafío: él mismo dejó claro en una alfombra roja que había sido complicado ponerse en la piel de un agresor y que tenía que ser el protagonista de la película. Una forma de afrontar el reto que muchos han aplaudido; también cuando pasó públicamente a Lively para dirigir la adaptación de la secuela de la novela, Start Over.
Pero esta continua irreverencia por parte de la actriz no parece nueva: la periodista Kjersti Flaa dijo al tabloide británico The Daily Mail que se sintió increíblemente mal en una entrevista de 2016, después de que Lively respondiera de manera desafortunada a las felicitaciones. que Flaa le había prometido sobre su embarazo. “ [Su comentario] me dejó casi paralizado. Para ser honesta, me hizo daño porque era evidente que no estaba embarazada y tal vez nunca lo esté, así que su comentario me hizo sentir como si me estuvieran apuñalando con un cuchillo”, admitió.
Resulta que, después de todo, nadie lo es. Ni siquiera cuando la buena suerte y la popularidad te hacen sentir invicto, como lo hace Blake Lively.
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