Una investigación especial a través del Departamento de Justicia de EE. UU. concluyó que el FBI merecía no haber abierto una investigación sobre la confabulación imaginable entre Rusia y el expresidente Donald Trump en las elecciones presidenciales de 2016.
Este es un informe escrito a través del fiscal especial John Durham, quien durante más de 3 años ha evaluado lo que llevó al FBI a abrir esta investigación, que ahora describe como «información cruda, no analizada y no corroborada».
En su investigación de 300 páginas entregada el lunes, Durham considera que «el Departamento de Justicia y el FBI han fracasado en su proyecto vital de estricta constancia a la ley» en la investigación sobre la imaginable intervención rusa en la campaña de Trump.
Esta investigación —encargada a través del propio Trump un tiempo antes de dejar la Casa Blanca— es el momento que se lleva a cabo en el país sobre este tema, luego de que el inspector general Michael Horowitz concluyera en 2019 que la investigación del FBI había sufrido fallas, aunque consideró que había sido justificado.
Donald Trump reaccionó a esta nueva opinión sobre el caso en su red social, calificándolo de «crimen del siglo» y señalando al Partido Demócrata por vender una «traición» que tuvo «un efecto masivo en las elecciones» de 2020, cuando Ganó el demócrata Joe Biden.
Por su parte, el FBI respondió al informe afirmando que dicha investigación “es la explicación de por qué el liderazgo existente del FBI ha implementado decenas de movimientos correctivos que han estado en posición durante algún tiempo”.
“Este informe refuerza la importancia de asegurarse de que el FBI continúe realizando sus investigaciones con el rigor, la objetividad y la profesionalidad que los demás estadounidenses merecen y esperan”, concluyeron.