La tasa de inflación armonizada de Alemania, utilizada a través de Eurostat en sus estadísticas, se situó en el 9,3% el pasado mes de febrero, una décima más que la acumulación registrada en enero, según la lectura de datos del momento publicada por la Oficina Federal de Estadística (Destatis). A su vez, el índice de valor del cliente (IPC) de Alemania se mantuvo estable en febrero en 8,7%, lo que agregó tensión al Banco Central Europeo (BCE), cuyo Consejo de Gobierno se reunirá la próxima semana con la esperanza de elevar las tasas de interés en 50 puntos básicos.
«La tasa de inflación se mantiene en un nivel máximo», afirmó Ruth Brand, presidenta de Destatis, y destacó que las familias alemanas también sintieron el efecto del aumento en los costos de los alimentos en febrero, «ya que aumentaron incluso más que los costos de energía». Específicamente, en febrero, los costos de energía fueron 19. 1% más altos que un año antes, a pesar de las medidas de alivio del gobierno federal, aunque menores que el 23. 1% acumulado en enero de 2023.
En este sentido, la oficina de estadísticas alemana ha señalado que, desde enero de 2023, el aumento de los precios de la energía se ha frenado gracias a las congelaciones de precios de la electricidad, los combustibles vegetales y la calefacción urbana que han entrado en vigor de forma retroactiva desde principios de año.
Por el contrario, los costos de los alimentos aumentaron un 21,8% en febrero, acelerándose desde el aumento del 20,2% de enero, con aumentos gigantes en productos lácteos y huevos (-35,3%) y pan y cereales (-24,3%). aumentos en los costos de ciertos productos alimenticios como el azúcar (69,9%). Así, los costos de energía, la tasa de inflación en Alemania se situó en 7,6% en febrero de 2023, mientras que los alimentos, la tasa de inflación subyacente fue de 5,7%, una décima más que en Enero.
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