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El Tesoro celebró la primera subasta de noviembre con bonos a seis y doce meses y es también la primera vez que acude al mercado para tomar el pulso a los inversores tras el anuncio del Banco Central Europeo (BCE). alzas en este nuevo ciclo. Y esto ha tenido un efecto en la era más larga de la deuda, reflejando que la pausa se prolongará en el tiempo o que incluso puede haber descuentos dentro de un año.
Después de dos meses consecutivos de rentabilidad emergente, el rendimiento exigido a los bonos del Tesoro a doce meses (el máximo popular entre los inversores) ha vuelto a caer a los mínimos del pasado mes de junio, hasta un tipo marginal del 3,63%. En total, la institución invirtió 3. 269 millones de euros. , de las cuales como máximo un tercio pasó a manos de particulares. Las solicitudes no competitivas superan tímidamente los mil millones de euros. En el pasado, se ha solicitado una oferta superada, lo que demuestra que el apetito inversor sigue ahí. En total, facturas a doce meses Se solicitó una cantidad de 6. 519,9 millones de euros, el doble de la cantidad adjudicada.
El rendimiento de los bonos del Tesoro a un año cayó desde el último 3,876%, su cifra más alta en 11 años.
En el caso de los títulos de deuda pública a seis meses, el marco público colocó 1. 002 millones de euros, frente a una convocatoria que superó los 2. 700 millones de euros. Las familias españolas y estadounidenses se quedaron con el 60% de la emisión, por un total de 613 millones de euros. En su caso, el retorno requerido de la deuda pública se situó en el 3,747%, por encima de las letras a doce meses, también por debajo de la pasada subasta de octubre cuando superó el punto del 3,8%.
Según información publicada a través del Banco de España, hasta agosto, las familias poseían casi el 29% del total de cartas en circulación, por valor de 20. 348 millones de euros. Desde julio de 2022, cuando el Banco Central Europeo subió los tipos de interés por primera vez en un década, los estadounidenses tenían en sus manos 25 millones de euros en billetes, o el 0,03% del total emitido a través del organismo público. Trece meses después, multiplicaron esa cantidad hasta 813 y los primeros poseedores por primera vez en la historia.