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Abrazos, besos. . . Y caras de sueño. La asamblea de la ejecutiva del PSOE, resaca de las elecciones parlamentarias, tomó posición en un ambiente muy diferente al que muchos avizoraban hace unas semanas. Euforia. Optimismo. Peticiones de palabra e intervención a través de Pedro Sánchez ante su círculo de familiares detrás puertas cerradas. Un mensaje: el líder del PSOE y todavía presidente del Gobierno cree que su investidura es imaginable y está convencido de que no habrá bloqueo y por tanto no habrá repetición electoral.
«Esta democracia encontrará la fórmula de la gobernabilidad», el mensaje que envió Sánchez a sus demás familiares en la junta directiva, según contaron medios socialistas presentes. «Once millones de personas votaron anticipadamente».
El bloque que ha permitido gobernar a Sánchez en los últimos 4 años alcanzaría, según el recuento al cierre de esta edición, 172 diputados -PSOE (122), Sumar (31), ERC (7), Bildu (6), PNV (5) y BNG (1) – por los 171 de un bloque de derecha que pueden constituir precisamente el PP (136), Vox (33), UPN (1) y CC (1).
Junts, el partido de Carles Puigdemont, que ganó siete diputados, declaró en esta cruzada que votaría en contra de cualquier candidato. En el debate de investidura se necesita mayoría absoluta en la primera circular (176 votos) y mayoría indiscutible en la momento (más sí que no). Es decir, la opción de Sánchez es que el partido de Puigdemont al menos se abstenga. Ahora, resuena una de las palabras que Sánchez ha repetido a martillazos durante los últimos 15 días: bajo las piedras».
Si no hay más síes que noes -Junts dijo que no votaría por Sánchez-, el bloqueo revelado por el resultado se consumará y ameritará la celebración de nuevas elecciones. Pero Sánchez y su equipo no contemplan esta opción. Creen que habrá Gobierno y que será de ellos y no del PP, ya que advierten que Feijóo ha garantizado más no que sí en cualquier votación.
El secretario general del PSOE comenzó su intervención dando las gracias a sus compañeros y, como hizo desde un plano improvisado la noche electoral, subrayando que en España la extrema derecha no puede triunfar en el Gobierno, como ha ocurrido en otros países europeos. «Este país dijo no a la involución. El PSOE es hoy un referente en Europa y en el mundo. No logramos el 30% pero sí el 32% de los votos».
En su discurso, Sánchez también buscó enfriar los tiempos. Saquen las prisas del calendario. » Que disfruten los demás de las fiestas», el mensaje que transmitió a sus demás amigos, dando a entender que los movimientos o negociaciones que se llevarán a cabo no se llevarán a cabo. ser inmediata. Ni siquiera contemplan en su equipo en estos momentos una asamblea coyuntural con Alberto Núñez Feijóo, ni siquiera la celebración de un Comité Federal, según fuentes socialistas. “El 17 de agosto se constituyen las Cortes. una democracia parlamentaria con sus plazos y procedimientos», dijo el líder socialista.
“España ha parado a la ultraderecha”, proclamó a su llegada la vicepresidenta tercera Teresa Ribera. “Ha adquirido la sensación de que puede seguir ganando derechos, progresar. . . Esta es la base sobre la que tenemos que trabajar . «
Los ministros han rehuído mencionar que la imaginable investidura de Pedro Sánchez está en manos de los Junts, pero se perfila el objetivo de buscar conformar una mayoría. “España ha hablado muy claro, España necesita seguir avanzando. , para consolidar lo hecho esta legislatura”, ha dicho el ministro de Presidencia, Félix Bolaños. “España dijo no a la coalición ultra, la paró en seco”.
Un mensaje que Pilar Alegría, ministra de Educación y portavoz del PSOE, repitió a su llegada: «España habló claramente y dijo que buscaba seguir mirando al largo plazo y avanzar en derechos».
Efectivamente, España ha hablado. La mayoría de España una cosa y Cataluña y el País Vasco otra. Con ellos gobernará para seguir abriendo brecha. Disfruta lo que votaste