El Ministerio del Interior de Perú dijo este lunes que el país impidió el ingreso de Morales y otros 8 bolivianos «por todos los retenes», medida vigente desde el 6 de enero.
Dicha Cartera acusó a los mencionados bolivianos de viajar al país para presuntamente “realizar actividades de carácter político de proselitismo”, tras interceder a favor del depuesto presidente peruano, Pedro Castillo.
El domingo, el primer ministro peruano, Alberto Otárola, anunció la aplicación de «mecanismos administrativos de sanción» contra Morales, diciendo que el gobierno de la presidenta Dina Boluarte permitirá que «cualquier presidente, expresidente, líder o usuario interfiera en los asuntos de Perú».
Morales públicamente Castillo, afirmando que su despido y próximo arresto fueron ilegales e inconstitucionales.
Criticó duramente al actual presidente Boluarte y el papel de su gobierno en la represión de las protestas.
Boluarte enfrenta fuertes protestas desde el 7 de diciembre luego de que Castillo despidiera, quien últimamente cumple una condena penal preventiva de 18 meses por presuntos delitos de sublevación y concierto para delinquir, que el expresidente de izquierda rechaza.
Las protestas, que pedían la renuncia de Boluarte, el cierre del Congreso, la sustitución de la Carta Orgánica y la liberación de Castillo, se reactivaron la semana pasada luego de un receso por la temporada navideña. El epicentro de esas protestas es ahora la región rural de Puno, al sur de la frontera con Bolivia, con cortes de ruta e industria al país del antiplano, con violentos enfrentamientos entre policías y manifestantes.
Las protestas suman 28 muertos en el último mes y no hay señales de que termine la inestabilidad política que azota al país.
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