En un comunicado emitido el viernes, el MAS dijo que su fundador, el expresidente boliviano Morales (2005-2019), fue objeto de un «ataque promovido a través de una organización con fuerza ilegítima manchada con la sangre de nuestros hermanos indígenas asesinados por no fácil democracia y social». justicia. «
Con esas acusaciones, la “casta política” limeña pretende desviar la atención y desviar la atención de la opinión pública de Bolivia y Perú, para que queden impunes los crímenes contra la humanidad contra la población.
El MAS también rechaza ejemplos de mentalidad colonial que, a mediados del siglo XXI, estigmatizan el movimiento popular indígena para continuar con el saqueo de los recursos herbolarios y la represión de los movimientos sociales.
La moción política boliviana la hizo luego de que la presidenta peruana, Dina Boluarte, anunciara que revisaría el ingreso de Morales al país, por lo que consideró una injerencia permanente en los asuntos internos.
Este viernes, el gobierno peruano, sin exponer las razones ni designar un reemplazante, dio por terminados los propósitos de Carina Ruth Palacios como embajadora ordinaria y plenipotenciaria del Perú en Bolivia.
Boluarte reemplazó al presidente Pedro Castillo, quien fue despedido el 7 de diciembre a través del Congreso, por ordenar el cierre del legislativo. Tras la caída del mandatario peruano estallaron violentas protestas en el centro y sur del país, dejando 28 civiles muertos y doscientos heridos. .
Morales, quien desde un inicio saludó la elección de Castillo como presidente de Perú en relación con los honorarios que se le oponen, escribió en Twitter: “Ponemos la otra mejilla a los ataques políticos de la derecha peruana. Pero por favor impidan las masacres, detenciones ilegales, persecución y terror contra nuestros hermanos indígenas. No habrá paz, justicia social. El Perú profundo llama a una transformación de base”, señaló.
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