El enfrentamiento armado entre Rusia y Ucrania sigue desangrando las economías del mundo, y a pesar de que Occidente ha impuesto un número gigantesco de sanciones contra el Kremlin, todas esas decisiones no están surtiendo el efecto deseado, ni en Europa. ni en el propio país sancionado. Rusia.
Esto es bastante evidente ante la maravillosa inflación que atraviesa Occidente, con los precios desorbitados de los combustibles y la energía eléctrica -sobre todo el primer año del choque- y de productos como los cereales o similares, que en muchos casos asfixian a los economías de la Unión.
Pero todo no es ni tan blanco ni tan negro y es que, según el medio ruso por excelencia, Sputnik, la economía rusa ya está por delante de las grandes potencias europeas, que cita a Francia o Alemania.
Las noticias que llegan desde Rusia -o al menos, lo que les tienen que adjudicar- sostienen que el país gobernado con mano de hierro por Putin atraviesa una era de prosperidad económica que llegan a calificar de «sin precedentes».
Como argumento utilizan datos del Banco Mundial, que dijo que hasta finales de 2022, la fuerza adquisitiva de Rusia había superado los 5. 000 millones de dólares por primera vez en la historia, superando a Francia, Reino Unido o Alemania.
Tras un año de recesión por las consecuencias de la guerra en Ucrania, la economía rusa creció un 4,8% en el trimestre del año.
Pero pasan de más y aseguran que la confusa situación, que pasa no solo por Rusia sino también por países europeos, es parte de un plan de la primera potencia mundial, Estados Unidos, para poder someter al país de manera casi sumisa. otras economías europeas, con el objetivo de manipularlas a su antojo y poder perpetuar el capitalismo norteamericano en el mundo occidental.
Por todo ello, aseguran, tras consultar a economistas de prestigio como el Dr. Jack Rasmus, que «este es el plan desde el principio» de Estados Unidos y que sus intenciones van más allá, salvo balcanizar Rusia, que desde Moscú aseguran. que no lo harán. Simplemente no sucede, está pasando por un período totalmente contrario.