Al asegurar que sí “hay de otra”, el Presidente Andrés Manuel López Obrador propuso hoy que la medición del Producto Interno Bruto debe considerar “la aplicación de la democracia, la justicia, la honestidad, la austeridad y el bienestar”.
El Mandatario mexicano quiere dar un vuelco a la Historia con una propuesta bastante ambiciosa, pero poco sustentada, y con toques de nuevo “comunismo”, si así se le puede considerar a su idea de que la economía mundial no puede seguir conduciéndose en función del crecimiento económico.
Durante su mensaje sabatino, el Presidente presentó su documento “Nueva política económica en tiempos de COVID-19”, señalando que su plan se sitúa en tiempos después del abatimiento de la pandemia.
Señaló que “no son ocurrencia”, sino reflexiones y sentimientos recogidos del pueblo.
Contrario a otras causas que han modificado los lineamientos del planeta y que han cambiado la Historia en el sentido económico, el Presidente toma como justificación y punto de partida de su idea la pandemia de Covid-19.
Según información de Notimex y redes sociales, López Obrador dijo que es un “proyecto alternativo, distinto y es lo que estamos presentando”.
Expresó que ante la decadencia, la crisis, el derrumbe del modelo neoliberal en el mundo ya no se puede estar repitiendo “que no hay de otra”.
Su postulado, añadió, está dirigido a todos los sectores de la sociedad, como académicos, médicos, servidores públicos, incluso las Fuerzas Armadas.
Agregó que busca crear conciencia de que sólo apoyando a la base menos favorecida de la población se puede tener una mejor industria y comercio.
En apariencia, su propuesta coincide con el plan que ha seguido para reactivar la economía mexicana y enfrentar la crisis económica que se avecina a causa de la pandemia del Covid-19.
En él, López Obrador ha hecho a un lado las propuestas del sector empresarial y ha conducido su programa a apoyos solo a la clase baja, con un millón de créditos a la palabra de 25 mil pesos, pero que hasta este sábado apenas entre un 30 y 40 por ciento de empresarios familiares habían accedido.
El Presidente pidió que las clases altas hagan un ejercicio de conciencia y consideren su nueva propuesta para lograr el bienestar de todos los mexicanos.
Con un planteamiento corto, simple y sin decir cómo le haría el mundo si acepta su propuesta, dijo que “si se dispersan recursos en la base, pues se fortalece la capacidad de consumo de la gente y así se mejora la industria y el comercio, y se favorece a los sectores de más ingresos”.
López Obrador manifestó una gran confianza en el T-MEC, casi como la solución a los problemas de México, pues dijo que con su entrada se fortalecerá el comercio en la región y pronto se podrá dejar atrás la crisis económica generada por la pandemia del coronavirus.
López Obrador mostró sus 30 cuartillas en la tribuna del Recinto Parlamentario de Palacio Nacional, el mismo sitio donde se promulgó la Constitución de 1857.