FOTO – Emmanuel Macron en Alemania: ¿de qué está hecho este sándwich que está sufriendo para terminar?

Durante una visita a Hamburgo el martes 10 de octubre, Emmanuel Macron obsequió a la canciller alemana con un sándwich de pescado típico de la cocina popular del norte de Alemania. Un plato que no dejó de hacer estremecer al inquilino del Elíseo.

Ante una relación franco-alemana al borde de la muerte y una multitud de cuestiones de buena suerte (defensa, industria, energía, etc. ), Olaf Scholz, el canciller alemán, invitó a Emmanuel Macron a un seminario para replantear el asunto en Hamburgo los días 9 y 10 de octubre. El programa incluye dos sesiones sobre espíritu de equipo social e inteligencia sintética, una visita a la fábrica de Airbus, un paseo en barco y una degustación de un clásico sándwich de pescado ahumado alemán. Después de todo, ¿qué mejor manera de revivir el ¿Diplomacia en tándem que en sándwich?

Una estrategia exitosa a nivel diplomático, pero no tanto a nivel gustativo, según nuestros colegas de Libération. De hecho, en las tomas podemos ver la cara sonriente del presidente metiéndose el clásico fischbrötchen en la boca. Pero uno es En boca de todos: ¿qué hay en este sándwich que desagrada el paladar del jefe de Estado?Te contamos más sobre este plato clásico.

A la vista de la mueca de Emmanuel Macron, se supone que el fischbrötchen no es unánimemente aceptado en todos los paladares. ¿Más que lo que constituye las tradiciones del norte de Alemania? En una tradición de pan ovalado, arenque nuevo o ahumado (o espadín, salmón, caballa o bacalao) históricamente se añade con cebollas blancas, pepinillos, mayonesa, una salsa estilo remoulade, hierbas y rábano picante. Esta especialidad de la comida callejera alemana es muy discutible, ya que en las mesas alemanas se encuentran cosas como la currywurst, una salchicha a la parrilla. salchicha acompañada de patatas fritas y salsa de curry, strudel, la famosa hojaldre de manzana aromatizada con canela o pretzels, un sabroso hojaldre en forma de nudo cubierto con láminas de sal gorda.

Créditos de las fotografías: DPA/ABACA

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *