El coronavirus lo ha cambiado todo. Nuestras prioridades, la percepción que tenemos del mundo y nuestra forma de vivir, al menos de momento y por un largo tiempo. Y si hay un sector que ha sido golpeado con más fuerza que ninguno y tiembla ante un futuro incierto es el de la hostelería y la gastronomía. Y a todos nos afecta porque nos gusta ir a bares y restaurantes. Forman parte de nuestra cultura e identidad, son la mejor red social, están cambiando y tienen numerosos y difíciles retos por delante. Todo está por ver.
