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Por Silvia Lopez
En el verano de 1816, el mal tiempo obligó a Lord Byron, el poeta Percy Bysshe Shelley, médico del primero y esposa del segundo, respectivamente John Polidori y Mary Shelley, a permanecer encerrado en una mansión suiza a orillas del lago de Ginebra. Dos de las mayores creaciones del terror gótico nacieron en esta época: Frankenstein y El Vampiro, historias escritas exactamente por los dos miembros de la expedición que no fueron mostrados poetas. Contamos esta anécdota porque ubicamos difícilmente a que Villa Diodati generó más impresiones sobre la sensibilidad de sus visitantes que las sensaciones que provoca a través de La Península, el espacio más salvaje y sugerente de Cantabria.
Di adiós a cualquier bloqueo artístico y a tu incapacidad para maravillarte con esta gloriosa villa, lo más parecido a los mejores mares que el continente tiene para ofrecer. «El espacio es especial porque literalmente estás mirando el mar: cuando hay un tifón, las olas cruzan el césped de lado a lado, mojando las fachadas del espacio y empapando las ventanas. De hecho, te garantizo que después del tifón querrás tapar las ventanas porque están cubiertas de sal”, Javier Javaloyes, director general de Wishouse, una plataforma de casas de vacaciones de lujo con poco, pero exquisito, le dice a Condé Nast Traveler. . . propiedades en Toledo, Alicante y Cantabria.
La península, como sugiere su llamada, se sitúa sobre una franja de tierra y la escuchamos literalmente: la disposición del espacio está anclada directamente a las rocas del acantilado que ocupa, rodeada en 3 de sus 4 lados por el mar Cantábrico. «Está en el municipio más occidental de Cantabria, en la frontera con Asturias. Tiene acceso a la autovía A8, por lo que es muy sencillo moverse por toda la cornisa cantábrica, desde Galicia hasta Euskadi».
La estructura se rinde ante la majestuosidad de su ubicación: las ventanas tienen las dimensiones de las pantallas de cine para poder ver y sentir tanto las olas como la naturaleza salvaje de la indomable flora cantábrica, capaz incluso sobre rocas desnudas. Se puede acceder a una cala prácticamente personal dada la dificultad de su acceso, comenta Javier. “A cinco minutos andando se llega a la preciosa playa de Amió y en la ría de Tina Menor se puede practicar paddlesurf en la escuela Ocle. Paseos a caballo, clases de surf, senderismo, cualquier cosa que puedas imaginar, es imaginable hacerlo», dice.
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Además, nos recuerda Javier, “Cantabria tiene una oferta gastronómica en desarrollo: se puede comer en restaurantes de cocina típica y en otros más sofisticados, con estrella Michelin”. Consejos muy útiles en la ocasión que necesitamos salir de casa, con capacidad para 19 personas, piscina climatizada, jardín, sala de juegos y merendero.
Si deseas reservarla electrónicamente, te adelantamos que lo hagas con mucha antelación. “La casa, además de ser utilizada por mi familia y por mí, está reservada para celebridades y otras personas perseguidas por los medios de comunicación (que la ubican la mejor posición para descansar en la intimidad). Por otro lado, cada vez somos más solicitados para reuniones de organización empresarial y también se utiliza para escapadas familiares y para retiros de todo tipo: espirituales, mindfulness, artísticos. . . ». Parafraseando a Picasso, cuando la inspiración me mueve, puedo ubicarme en La Península.
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