Las llamas tomaron por sorpresa a los trabajadores que dormían en una fábrica de bolsos de seis plantas, ubicada en la zona de Anaj Mandi, en el oeste de Nueva Delhi. A las 5:20 de la madrugada de este 8 de diciembre estalló un incendio que poco a poco fue extendiéndose desde el primero hasta el último piso de la edificación de seis plantas, que guardaba en su interior materias primas que fueron el combustible para que el fuego se propagara más rápido.
Al menos 43 personas murieron y más de una decena resultaron heridas y fueron trasladadas a tres hospitales de la capital, algunas en estado crítico.
Las llamas se colaron por los estrechos callejones de la zona, dificultando la labor de los bomberos, que transportaron hasta el lugar 30 camiones para contener el incendio, que finalmente fue apagado.
«Las operaciones de rescate fueron un desafío, en primer lugar, porque estaba congestionado y en segundo lugar porque había mucho humo debido a la gran cantidad de plástico quemado en el interior, fue difícil llevar a cabo operaciones de rescate”, dijo Randhawa, oficial de policía de Delhi.
El oficial de bomberos de Nueva Delhi, Atul Garg, dijo que también habían rescatado con vida a 50 personas. Pero “la mayoría de ellas fueron afectadas por el humo”. Mohammed Khalil, testigo del siniestro, explicó lo que vio: «después del incendio, la gente no tenía forma de salir, creo que muchos estaban dormidos y por el humo, se asfixiaron». Algunos testigos aseguraron que el incendio se produjo por un cortocircuito. El ministro de Aviación Civil de India, Hardeep Singh Puri, visitó el lugar de los hechos y apuntó a que «la causa inmediata» del incendio fue un «cortocircuito». Pero el funcionario insistió en unas declaraciones recogidas por la agencia local ANI en que, aún hay que «esperar a que se completen las investigaciones para conocer la causa de raíz».
Dormir en fábricas construidas sin los protocolos de seguridad: una combinación mortal en IndiaLos bomberos tuvieron que cargar sobre sus hombros, uno por uno, a cada persona que encontraban en el edificio de corredores estrechos mientras otros de sus compañeros rompían las ventanas.En India, estas conflagraciones son comunes y parecen la crónica de una muerte anunciada. En este país los constructores y residentes suelen eludir las leyes de construcción y las normas de seguridad a la hora de levantar todo tipo de construcciones. Muchas fábricas y pequeñas unidades del comercio en las grandes ciudades de India como Nueva Delhi fueron erigidas en barrios antiguos y de calles estrechas, donde el valor de la tierra es relativamente más barato que en el resto de la ciudad.
Y a menudo estas fábricas suelen convertirse en dormitorios para los trabajadores pobres, en su mayoría migrantes, que para ahorra más dinero pasan la noche en sus lugares de trabajo. De momento, no se ha establecido si esta fábrica en particular contaba con una licencia contra incendios y cumplía con toda la normatividad de seguridad.
“Era un área residencial y el trabajo que se realiza aquí está bajo la jurisdicción de Nueva Delhi. No sé si tenían una licencia para ello. Habrá una investigación exhaustiva sobre esto y se tomarán medidas”, aseguró el ministro de Gobierno de Nueva Delhi, Imran Hussain.
El gobierno ha anunciado una ayuda económica a las víctimas
El Primer Ministro, Narendra Modi, lamentó lo ocurrido: “el incendio en Anaj Mandi, en Delhi, es extremadamente horrible. Mis pensamientos están con aquellos que perdieron a sus seres queridos. Deseo a los heridos una pronta recuperación. Las autoridades están brindando toda la asistencia posible en el lugar de la tragedia», publicó.
A través de su cuenta de Twitter, el funcionario más poderoso del Gobierno aseguró que otorgará 200.000 rupias (2.805 doláres estadounidenses) para los familiares de los fallecidos y 50.000 rupias para los heridos más graves (700 doláres estadounidenses).
Por su parte, el jefe del Gobierno de Delhi, Arvind Kejriwal, que visitó a algunos de los heridos en los hospitales, anunció que el Ejecutivo otorgaría compensaciones a las víctimas y sus familiares y aseguró que también correrá por su cuenta los tratamientos médicos que requieran los heridos. «Se otorgará una compensación de un millón de rupias (14.025 doláres estadounidenses) a las familias de aquellos que han muerto y 100.000 rupias (1.402 doláres estadounidenses) a cada uno de los heridos», dijo Kejriwal en unas declaraciones que reprodujo la cadena local ‘NDTV’.
En 1997, una conflagración en una sala de cine en Nueva Delhi cobró la vida de 59 personas. En febrero de este año, otro incendio dejó 17 personas fallecidas en un hotel de seis pisos que comenzó en una cocina de una azotea, también en la capital india.
Con EFE y Reuters