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Rechazo a las críticas de «trazo grueso» del lehendakari y de los consejeros del PNV a Pedro Sánchez. Los representantes del PSE en el Ejecutivo vasco han escenificado su malestar con las últimas declaraciones de Iñigo Urkullu y de sus colegas jeltzales censurando la gestión que está realizando el presidente para intentar frenar el coronavirus. En una imagen con escasos precedentes, la titular de Trabajo y Justicia, María Jesús San José, ha aprovechado una comparecencia oficial tras el Consejo de Gobierno en la que también estaban Josu Erkoreka y Nekane Murga para marcar distancias con sus compañeros de coalición y el propio lehendakari.
La crisis del Covid-19 ha abierto una de las mayores brechas entre los dos socios de gobierno. El anuncio por parte del Ejecutivo de que se repartirían miles de mascarillas a lo largo de esta semana en estaciones de autobuses, metro, tren y otras instalaciones fue acogida con duras críticas por parte del Ejecutivo vasco. La consejera de Seguridad. Estefanía Beltrán de Heredia, acusó a Sánchez de «especular» y «dificultar el autoabastecimiento». Eso fue el sábado. El domingo el lehendakari fue incluso más lejos. Acusaba al Gobierno tomar decisiones de forma «unilateral», aseguraba que su gestión de la crisis sanitaria «no es asumible» y ponía en cuestión la reunión dominical con todos los presidentes autonómicos.
Unos reproches que fueron recibidos en la sede del PSE con un profundo malestar. De hecho, Idoia Mendia advirtió el lunes a los representantes del PNV para que «rebajen el tono de las críticas no justificadas a la actuación del Gobierno de España» y para dejar atrás «el reproche de brocha gorda, reiterado, basado en interpretaciones que relacionan el estado de alarma con un 155 encubierto». «Es obvio que estas consideraciones no han sido consensuadas en el Consejo de Gobierno y que los consejeros socialistas no comparten este tono y que igual de razonable es pedir el consenso entre gobiernos que en el seno del mismo», señaló Mendia.
Y a esa tesis se ha agarrado San José durante su comparecencia de hoy. No es habitual que las discrepancias entre los dos socios de Gobierno se visualicen de esa manera. Lo habitual es que las polémicas se esquiven y que luego la ‘batalla política’ la mantengan los líderes de los partidos, Andoni Ortuzar y Mendia. Pero los choques por la crisis del Covid-19 están llevando las relaciones a un punto de cierta tensión.
La titular de Trabajo, a preguntas de los periodistas, ha intentado por una parte que la tormenta no se desboque. Ha insistido en que la actual situación es «un desafío» para todos los niveles de la administración, que ella da «por descontada» la voluntad de colaboración de todas las partes y que algunas medidas se pueden «discutir». Pero también ha lanzado un mensaje a Urkullu y al PNV. «Algunas críticas de trazo grueso no ayudan a la colaboración», ha recalcado San José, quien en todo caso ha subrayado que aunque algunas decisiones no están consensuadas el lehendakari y la totalidad del Consejo de Gobierno están informadas de ellas.
A su lado, Erkoreka ha intentado «contextualizar» lo sucedido durante los últimos día y ha enmarcado el cruce de declaraciones en un roce habitual en un Gobierno de coalición. «Compartimos un programa de gobierno, pero no el 100% de la bondad o maldad de unas actuaciones», ha enfatizado para intentar rebajar la tensión.
De hecho, casi a la misma hora en la que se celebraba el Consejo de Gobierno, Mendia se reunía de forma telemática con la dirección de su partido. «La ciudadanía no perdonará el griterío de los empeñados en poner palos en las ruedas, pero tampoco a los que hagan cuentas sobre la rentabilidad política y se atrevan a levantar muros con críticas injustas. Hay que arrimar el hombro«, ha señalado de manera genérica Mendia.