Tras una época convulsa de consolidación de la banca clásica, y con el riesgo de que los neobancos pierdan fuelle ante su fuerte eclosión hace unos años, el largo plazo de la banca está configurando una situación que, a ojos del director general del Banco de Inversión Global (BIG) en España, Arturo Perera, contará con entidades mucho más especializadas en sus servicios.
«Creo que vamos a tener que profesionalizarnos y concentrarnos en lo que sabemos hacer», dijo Perera sobre los micrófonos de finances. com.
“Cuando te concentras en una cosa y la haces bien, el visitante ve el precio agregado que tiene. Luego habrá entidades monetarias, aunque por supuesto veremos un poco más de consolidación, pero cada vez percibiremos que hay más entidades que se concentran en una cosa específica, y eso es lo que hacen bien», agregó.
La lógica de Perera para apostar en este contexto del mercado bancario es simple.
A su juicio, así como algunas entidades «se han interesado más en conceder hipotecas o en conceder préstamos», hay otras que especializarán aún más sus instalaciones, aunque les cueste no ser la primera opción de los clientes.
Este es el caso, explicó Perera, de su empresa.
«Al fin y al cabo somos un banco de inversión y ahorro. Yo digo que no somos el primer banco de otros, y estoy de acuerdo en que otros quieren tener un banco donde puedan gestionar sus cobros, poder pagar sus sueldo, cosas de hoy. . . Y luego tienen que tener un banco donde puedan invertir y ahorrar», dijo.
Un banco de momento comprometido con aquellas responsabilidades que, lógicamente, para Perera son suyas, pero que no le libraron de repasar las necesidades que todas las entidades deberán cubrir para dar un servicio inteligente a sus clientes.
«Las entidades financieras quieren acercarse a los consumidores y comenzar a alinear sus intereses con ellos», dijo Perera.
“Tendremos que mirar no la rentabilidad del banco, sino la rentabilidad de los inversionistas, y eso es lo que hará que los inversionistas estén con nosotros a largo plazo […] Hay que alejarse de los productos y echar un vistazo percibir mejor los objetivos», agregó.
Según Perera, alinear los deseos de los bancos con los de los consumidores exige una primera línea de actuación muy innegable, la de escuchar a los propios consumidores.
“Lo máximo vital es percibir qué es lo que necesita el consumidor. No podemos estar ofreciéndoles productos sin percibir cuáles son sus objetivos, y cada uno tiene otros objetivos”, dijo el director general de Global Investment Bank en España.
«Entonces, hacer fila es pararse al lado de la mesa del cliente y preguntar primero, y cuando lo consigues, entonces puedes ofrecer», dijo.
Una tarea de adecuación y modernización de los bancos en la que los expertos pensaron que era obligatorio involucrar no sólo a los propios establecimientos monetarios, sino también a los reguladores.
«Los reguladores quieren obligarnos a nosotros, las entidades monetarias, a cumplir», dijo Perera.
Un requisito que, a juicio del ejecutivo, es obligatorio porque el sector bancario, como el resto del mundo, está evolucionando.
Una actualización consistente que pone sobre la mesa de tiempo una mayor oferta de productos, obligando a la gente, “o estamos activos y nos actualizamos, o al final nos quedamos obsoletos”.
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