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PAR iigo gurruchaga
El príncipe Guillermo, segundo en la línea de sucesión al trono británico, cree que la población de Reino Unido se comporta mejor cuando hay una crisis. Expresó esa idea en una conversación por vídeo con una mujer que pertenece a una organización benéfica. Guillermo había sido nombrado patrón de la Fundación para Emergencias Nacionales(NET), que ayuda a ese tipo de asociaciones locales.
Hablando con la voluntaria de una villa de Yorkshire, en el norte de Inglaterra, sobre la respuesta de la población a la pandemia, Guillermo dijo: «Yo creo que, extrañamente, lo mejor de ‘Britain’ sale cuando estamos en crisis. Nos agrupamos todos y ese espíritu de comunidad y sentimiento de comunidad regresa más rápidamente que todo lo demás».
Más de medio millón de personas respondieron al llamamiento por el Gobierno de voluntarios para ayudar en tareas relacionadas con la crisis. Se han creado múltiples redes vecinales para asistir a personas vulnerables. Pero las palabras de Guillermo- que el 3 de marzo fue grabado afirmando en una charla informal que la alarma del coronavirus era exagerada por los medios- parecen insistir en una idea ajena quizás a su generación, la del «espíritu del blitz».
La conducta de la población cuando sufrió el bombardeo por la Luftwaffe en el inicio de la Segunda Guerra Mundial es presentado a menudo como el signo más fuerte de identidad nacional contemporánea, especialmente en generaciones anteriores a la de Guillermo. Algunos historiadores han puesto en duda la versión más corriente, señalando que hubo todo tipo de conductas.
La estampa en todo tipo de soportes y versiones del eslogan ‘Keep calm and carry on’, mantén la calma y sigue a lo tuyo, con una corona encima se ha extendido por el mundo, en la última década, con la voracidad también de una plaga. Se diseñó en 1939. Iba a ir en un póster del Ministerio de Información, pero fue la opción rechazada de las tres que tenían los propagandistas.
Eligieron «Tu valor, tu alegría, tu resolución nos darán la victoria» y «La libertad está en peligro, defiéndela con toda tu fuerza». Hay autores que mantienen que la versión idealizada sobre el ‘blitz’ fue en realidad promovida a posteriori por los que produjeron los pósteres.
Y añaden, quizás exagerando, que la indignación por el lenguaje paternalista de esos eslóganes entre una población que vivía circunstancias terribles- enorme destrucción y 43.500 muertos en nueve meses- causó la derrota electoral de los conservadores al final de la guerra.
PAR JUAN CARLOS BARRENA
La mayoría de los alemanes es contrario a un alivio de la prohibición de contactos personales para combatir la epidemia de coronavirus. Un sondeo del instituto demoscópico YouGov hecho público este lunes revela que el 44% de la población de Alemania defiende prorrogar esa medida restrictiva y que un 12% exige incluso que sea endurecida. Solo un 32% es partidario de reducir la prohibición de contactos y un 8% de eliminarla. En la lucha contra el virus Covid-19 Los 16 estados federados germanos prohíben contactos personales entre personas de distintos hogares y, aunque está permitido salir a la calle y pasear o hacer deporte, no se puede más que por parejas y con personas residentes en el mismo domicilio. Este miércoles la canciller federal, Angela Merkel, celebrará una videconferencia con los primeros ministros regionales para decidir cómo continuar actuando tras el 19 de abril, fecha en la que acaba el periodo de medidas restrictivas.
El primer ministro de Renania del Norte-Westfalia, Armin Laschet, ha anunciado «muchos pequeños y cautelosos pasos» a la hora de aliviar las medidas restrictivas dictadas a la población en la lucha contra el coronavirus. «Cuanta más paciencia, disciplina y sentido de comunidad mostremos más fácil será el retorno a la vida», dijo Laschet anoche en un discurso institucional, en el que subrayó que «necesitamos un plan que nos conduzca a una normalidad responsable». Asimismo advirtió de que «nada volverá a ser como era» y comentó que con más conocimientos sobre el virus, responsabilidad, consideración y protección «podremos entrar en una nueva fase de convivencia». El primer ministro del estado más poblado de Alemania con 16 millones de habitantes afirmó que el camino tomado por las autoridades es el correcto, ya que la expansión del virus se ralentiza de día en día.
La presidenta de la Unión Cristianodemócrata (CDU) y ministra federal de Defensa, Annegret Kramp Karrenbauer, reclama una actuación homogénea por parte de Berlín y los 16 estados federados a la hora de aliviar las restricciones dictadas en la lucha contra el coronavirus. «Es importante que haya decisiones unitarias. Cualquier otra cosa sería cuestionable», declaró Kramp-Karrenbauer a la agencia alemana DPA. En la conferencia de primeros ministros de los «Länder» existe el compromiso firme de «junto al gobierno federal poder presentar un buen paquete conjunto con el que se puedan dar los primeros pasos dependiendo de las cifras de contagios al final de la Semana Santa», dijo la presidenta de la CDU. Kramp-Karrenbauer criticó que en un estado federal puedan abrir los grandes mercados de bricolaje y en el vecino no, los que «ha conducido a animados desplazamientos de personas».
El Instituto de Macroeconomía y Estudios Coyunturales (IMK) ha advertido contra un alivio precipitado de las restricciones para combatir la epidemia de coronavirus. «Es más importante que las prohibiciones de contactos sea recortadas de manera sostenida que hacerlo rápidamente», dijo el director científico del instituto, Sebastian Dullien. Una precipitada abolición de la prohibición de contactos esconde el peligro de una nueva explosión de contagios con el virus y la necesidad de volver a imponer duras restricciones, según un estudio del IMK. Los costes de la prohibición aumentan con su prolongación más allá de mayo de manera sobreproporcional porque existe el peligro de que aumenten las quiebras empresariales y el desempleo. Pero el riesgo de caer en la trampa de un bucle permanente de parones y alivios con nuevos cierres de centros educativos, comercios y hostelería es mucho más grave. «Al final solo cuenta la duración total del parón económico. Si se abre ahora todo para dos semanas para luego cerrar durante dos meses, no se gana nada», subraya el informe del IMK.
La gran mayoría de los 709 miembros del Bundestag, el parlamento federal, es partidaria de renunciar a la prevista subida de sus dietas a partir del 1 de julio ante la crisis del coronavirus y sus consecuencias económicas. «Estoy convencido de que la semana próxima alcanzaremos una solución común», señala Rolf Mützenich, líder parlamentario de los socialdemócratas en declaraciones al grupo de medios Funke. Su colega del partido La Izquierda, Dietmar Bartsch, comentó a su vez que esa renuncia será un acto simbólico «y un por supuesto en estos tiempos». También el presidente del grupo gobernante conservador, Ralph Brinkhaus, sijo que «más dinero para los políticos, más dietas desde el 1 de julio, no sería una buena señal. Los políticos no podemos continuar actuando como hasta ahora mientras mucha gente pierde su empleo o ve recortada su jornada laboral».
PAR PAULA ROSAS
Francia espera con impaciencia el discurso que deberá pronunciar esta noche Emmanuel Macron, en el que se espera que prolongue el confinamiento más allá del 10 de mayo y dé pistas sobre cómo se organizará la salida progresiva del encierro. El presidente francés, que tenía previsto dirigirse a la nación el pasado jueves, retrasó su alocución para poder consultar con médicos, dirigentes políticos, actores sociales y homólogos europeos como la canciller alemana Angela Merkel o la presidenta de la comisión europea, Ursula von der Leyen, sobre las medidas que deberán aplicarse.
La prensa francesa apunta a que los colegios podrían no abrir antes de septiembre, y que Macron quiere que los controles en las fronteras interiores de la UE se vayan suavizando a la hora del desconfinamiento, pero mantener cerradas las fronteras exteriores de la unión mientras los países terceros no hayan controlado la pandemia.
Por cuarto día consecutivo, el número de pacientes en cuidados intensivos disminuyó ligeramente en Francia, aunque la Covid-19 se ha cobrado ya la vida de más de 14.000 personas en el país. Mas de 5.000 fallecimientos se han producido en residencias de ancianos, donde sus responsables temen graves consecuencias sobre la salud mental de los mayores sin un reajuste de la prohibición de las visitas.
Por el flujo de la economía
303 nuevos fallecidos. Ese es la cifra interdiaria facilitada por el comité técnico contra la Covid-19 de Bélgica este lunes. Un repunte de muertes que acerca vertiginosamente el global en este país a las 4.000 (3.903 marca el último balance) desde que la pandemia comenzó a golpear con dureza hace ya un mes. El 53% de los fallecidos han perdido la vida en hospitales y el 43% en residencias de ancianos.
Los expertos inciden, sin embargo, en que el país ha entrado en una fase de estabilización a tenor en base a la variable de las hospitalizaciones. «Es una señal positiva», ha subrayado el portavoz de este gabinete, el virólogo Emmanuel André, que subraya «la disminución en el número de ingresos hospitalarios constante desde principios de mes, aunque para pasar a la siguiente fase aún debe disminuir mucho más». En las últimas 24 horas se han sumado 303 ingresos frente a 239 nuevas altas. En total, 5.393 camas de los centros sanitarios del país estarían ocupadas por pacientes con la enfermedad y de ellas 1.234 estarían en sus UCIs. «Seamos realistas, la situación continúa siendo grave», se subraya.
A 13 de abril, el número de infectados en Bélgica asciende a 30.589, al sumar 942 en el último recuento y tras la realización de 4.377 test de diagnóstico. Se trata de uno de los datos más bajos de los últimos días y, en concreto, son 707 positivos menos que la víspera.
En un país en el que no ha habido parón por decreto de los sectores no esenciales, aunque sí disminuciones drásticas de su actividad (de en torno a un 80%, por ejemplo, en la construcción), una inspección en 328 firmas ha revelado que en el 85% no respetaba plenamente una de las normas fundamentales para contener la propagación: el distanciamiento social. La ministra de Economía, Nathalie Muylle, ha incidido en que el dato no es extrapolable a todo el tejido del país puesto que el estudio se ha realizado en una selección de industrias determinada en base a las quejas y denuncias que sobre ellas habían trasladado los trabajadores. «No se puede sugerir que haya un problema en el 85% de las empresas de Bélgica», ha subrayado.
Mientras tanto, se investiga la muerte de un joven de 19 años en Bruselas cuando intentaba huir de un control policial. Un hecho que ha provocado importantes altercados en Anderlecht, uno de los municipios de la capital, con 65 detenciones el pasado fin de semana, el robo del arma de uno de los agentes durante uno de los incidentes y una vigilancia permanente, incluso aérea, para evitar nuevas concentraciones prohibidas por decreto como consecuencia de la pandemia.
POR Rafael m. ma de la ue
Una entrevista a la emisora Radio Liberty-Russia (Radio Svoboda) de un médico de un hospital de San Petersburgo ha destapado la realidad de ciertos centros sanitarios de la antigua capital imperial rusa e indignado a los usuarios de las redes sociales. Según las autoridades sanitarias de San Petersburgo, en la ciudad hacen falta 200 especialistas más para atender las unidades de cuidados intensivos y por los menos 1.600 respiradores.
Al médico, que habla desde el anonimato, se le presenta como un profesional con 25 años de experiencia y sostiene que «la escasez aguda de facultativos y equipos sanitarios es la tónica general en los tiempos que vivimos, incluso antes de que apareciera la pandemia del Covid-19». Según sus declaraciones a Radio Svoboda, «un solo médico está haciendo el trabajo que deberían desempeñar diez personas y recibe además un salario miserable». A su juicio, en tales condiciones no hay forma de dar a basto «es imposible trabajar» y el resultado, afirma, es que «se están produciendo eutanasias forzadas».
El Gobierno ruso, sin embargo, desmiente que haya falta de medios y personal en los hospitales y achaca los fallos a que muchos de los sanatorios no han tenido tiempo todavía de adecuar sus instalaciones a la nueva situación surgida con la epidemia del coronavirus.
Este mismo argumento esgrimió ayer domingo el director del Departamento de Sanidad del Ayuntamiento de Moscú, Alexéi Jripún, para justificar las colas de ambulancias con posibles enfermos de la neumonía COVID-19 frente las urgencias de algunas clínicas de la capital. Ante las cámaras del Canal Uno de la televisión rusa, Jripún pidió comprensión y aseguró que el problema estará pronto subsanado.
En el Hospital Clínico Kubátov de la ciudad de Ufá, capital de Bashkiria, se registró la semana pasada un importante brote de coronavirus. Según informa a través de Facebook la directoral del centro sanitario, Elsa Sirtlánova, a 52 pacientes se les ha diagnosticado ya la enfermedad y hay otros 130 con síntomas de neumonía. Sirtlánova, que ha declarado la cuarentena en todo el hospital, asegura que el personal sanitario, compuesto, según escribe en Facebook, por 700 trabajadores, «cuenta con suficientes medios de protección personal como trajes de aislamiento, mascarillas, guantes y las necesarias medicinas».
En cualquier caso, el primer ministro ruso, Mijaíl Mishustin, ha anunciado hoy un nuevo paquete de medidas de apoyo al sector sanitario y 50.000 millones de rublos (unos 625 millones de euros) destinados a pagar complementos al personal médico. Según su punta de vista, «pese a que ahora el problema principal es la lucha contra el coronavirus, el resto de las enfermedades no deben quedar si la necesaria atención y asistencia».
Mientras tanto, acaba de comenzar la Semana Santa ortodoxa y el Patriarca Kiril ha dado orden de que los servicios religiosos discurran en ausencia de feligreses. Podrán estar presentes solamente los sacerdotes que oficien las misas. Pese a las recomendaciones ya enunciadas con anterioridad, ayer Domingo de Ramos, para los ortodoxos, varias iglesias del país celebraron misas con la asistencia de público, lo que obligó a Kiril a hacer un llamamiento para evitar tales aglomeraciones y quedarse mejor en casa.
Con 2.558 nuevos casos de coronavirus detectados en las últimas 24 horas, lo que supone un incremento con respecto al día anterior de 372 contagios, el total de infectados en toda Rusia se sitúa en 18.328 personas, 148 fallecidos y 1.470 recuperados. Moscú sigue siendo el punto con mayor incidencia de la neumonía COVID-19 con 1.355 nuevos contagios, 49 más que el domingo, y 82 muertos, 10 más que en el parte anterior. El total de infectados en la capital rusa se eleva así a 11.513.