Avión presidencial para regresar a México para la visualización y la cubierta

En el acto, se informó sobre la subasta que se realizará de los aviones y helicópteros que pertenecen a la administración federal.

López Obrador dijo que el ostento con tales unidades era tal que se demostraba que «había dos mundos, el del gobierno y el del pueblo».

Por tanto, justificó la subasta y el que queden como parte del gobierno únicamente los aviones y helicópteros empleados en labores de seguridad, como los de la Secretaría de la Defensa Nacional y los de la Secretaría de Marina.

Jorge Mendoza, director general de Banobras, detalló el anuncio, que contempla el lanzamiento del inicio del proceso de enajenación de 28 aeronaves, de las que se espera recuperar, al menos, 2 mil 500 millones de pesos.

Según señaló Mendoza Sánchez, el 27 de febrero será el fallo y la adjudicación de las aeronaves.

Respecto al proceso del avión presidencial, el TP-01 Boeing 787-8 «José María Morelos y Pavón», el titular de Banobras informó que regresará a territorio mexicano para ser exhibido y explorar tres alternativas para encontrarle comprador.

Sobre la subasta, López Obrador agregó que el dinero recaudado «regresará al pueblo», por lo que participar en el proceso de enajenación de bienes, será para «ayudarnos».

«Además, entre más tiempo tengamos esa flotilla, más nos cuesta», dijo el Ejecutivo federal.

El presidente López Obrador detalló las tres opciones que, de momento, se contemplan para la venta del avión presidencial, el cual está valuado en 130 millones de dólares.

La primera es para usted para encontrar un comprador individual; la segunda es la que se vende en co-propiedad, que, de acuerdo con AMLO, podría ser un grupo de varios contratistas.

«Hay una propuesta de vender doce acciones para que el costo sea menor, y lo puedan utilizar para viajes de sus ejecutivos», informó el mandatario federal.

Finalmente, la tercera opción es el ingreso horario de la aeronave.

Ante los cuestionamientos de la prensa, López Obrador rechazó que haya fracasado la venta de la aeronave y por eso se haya decidido su regreso a México, argumentando que la transacción es un proceso complejo.

«No se quiso malbaratar, había compradores, pero al final no consiguieron financiamiento y pasa el tiempo, por eso tomamos esta decisión», justificó el mandatario, quien indicó que el avión regresará al hangar presidencial o a Santa Lucía, una vez que termine su etapa de certificación en California.

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