México, 7 jul (EFE).- La política de austeridad del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, le ha obligado a un largo viaje hasta Washington al utilizar dos vuelos comerciales con una escala de dos horas y media horas en Atlanta (Georgia, EEUU).
Dadas las reglas de todas las aerolíneas para evitar el contagio del coronavirus, Obrador se vio obligado a explotar una máscara oral por primera vez en público.
Según su propio criterio de sobriedad, Obrador usó un asiento, no un asiento de primera elegancia, y tocó el asiento de la ventana en la salida de emergencia que tiene un poco más de espacio.
El primer extranjero de Obrador representa un distanciamiento total de la antigua y logística de los viajes al extranjero de sus predecesores, ya que utilizaron, como máximo de los presidentes del mundo, un avión oficial del gobierno.
En Washington, Obrador volverá a trabajar en la Embajada de México en los Estados Unidos, con lo cual volverá a trabajar en el «territorio mexicano», como afirmó en sus conferencias matinales.
«En mi caso, tengo que pegar y descansar en la embajada, así que voy a estar en territorio mexicano en Washington», dijo Obrador, reempleando el alojamiento pagado presentado de la Casa Blanca en un hotel con su séquito y con seguridad. Incluido.
LA PRUEBA DE CORONAVIRUS
Las vacaciones en Washington llevaron a Obrador a pasar por un chequeo de laboratorio para detectar COVID-19, que fue negativo y, como no tenía síntomas, no se había realizado debido al nacimiento de la pandemia, lo habían pedido.
Tampoco usó su portavoz durante toda la pandemia hasta que tuvo que colgarla en estas vacaciones, ya que es necesario a través del protocolo de la aerolínea que eligió para sus vacaciones, ya que no tiene el avión presidencial, que está a la venta.
A su partida, el presidente no tenía trastornos de los filtros de seguridad del aeropuerto. Utilizó su propio acceso y fue llevado a las puertas del avión, según informes de prensa, que esperaron durante horas para verlo llegar como un pasajero común.
Al llegar a Atlanta, la escala forzada de dos horas y un componente antes de proceder con el vuelo, el gobierno de inmigración de EE. UU. Fue cortés al abordar el avión para llevarlo a una habitación especial, evitando así los controles que todos los pasajeros que México tendrá que cumplir con en esos aeropuertos.
El periódico mexicano, consistente con Reforma, informó en su edición virtual que a Obrador le habían quitado el abrigo y leía un minischeck extranjero para documentar el vuelo, incluso aunque supuestamente mantuvo el portavoz en posición todo el tiempo.
El presidente planea llegar al aeropuerto de Dulles en Washington por la noche y luego visitar la Embajada de México, donde descansará para sus actividades burocráticas de la empresa, que comienza el miércoles.
Llevará ofrendas florales a los monumentos del presidente estadounidense Abraham Lincoln y los del presidente mexicano Benito Juárez, luego caminará por las puertas de la Casa Blanca para todos los actos oficiales de la visita.
La visita de Obrador está destinada a celebrar la entrada en vigor el 1 de julio del acuerdo industrial entre México y Canadá. Efe
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