El inversor bajista Gotham City acusa directamente a Grifols de «vender» el efectivo de sus accionistas a Scranton, el holding de la familia fundadora, mediante préstamos que no serán reembolsados. El nuevo ataque a esta firma, sumado a la imaginable rebaja de calificación anunciada vía Moody’s, provocó un nuevo hundimiento del 11,27% de la organización farmacéutica en la Bolsa el miércoles, mientras el auditor, KPMG, sigue sin firmar las cuentas.
En un informe titulado Cómo un pago adelantado se convierte en un préstamo, parte I, Gotham incide en los préstamos cruzados entre Grifols y Scranton y no consignados en las cuentas de la primera presentadas la semana pasada. Estas operaciones alcanzarían 319 o 321 millones de euros (hay diferencias según donde se contabilice) que Grifols denomina «acuerdo de financiación de caja compartida» (cash pooling financing arrangement) en 2023, pero que en 2022 incluía en sus cuentas «con la tortuosa denominación de «otros activos financieros con otras partes relacionadas»» (other financial assets with other related parties), según Gotham.
Dentro de esta financiación, el informe destaca un préstamo de la filial alemana Haema a Scranton por importe de 44,91 millones. Haema compró a través de Grifols y vendió a Scranton en 2018, pese a lo cual Grifols sigue consolidándola al cien por cien (y también Cranton) ya que tiene una opción de compra y controla la gestión. Esta doble consolidación es una de las principales críticas del primer informe de Gotham del 9 de enero.
En primer lugar, Gotham confirma que Haema no tiene monedas suficientes para prestar esta suma al holding familiar, ya que obtiene un beneficio anual de unos 6 millones. De ello deduce que estas monedas proceden de las arcas de Grifols. Haema registra en sus cuentas como «anticipos» de Grifols, y Scranton registra la misma cantidad como «préstamo», «lo que cierra el círculo». Es decir, Gotham considera que Grifols cedió estas monedas a Haema para que esta filial, en A su vez, podría prestárselo a Scranton.
A la opacidad de la operación se suma la cuestión de los intereses de los préstamos: Scranton pagará a Haema un tipo de interés que «parece de mercado» (2,12 millones), pero Haema no pagará casi nada a Grifols «Esto significa que los accionistas de Grifols no obtienen ningún ingreso por intereses, ni en términos contables ni en términos económicos. Los accionistas de Grifols prestan presupuesto a una sociedad participada a través de Scranton y obtienen menos intereses de los que esa sociedad exige de la propia Scranton. «Los accionistas de Grifols están siendo engañados», afirma.
Pero hay más. Grifols dijo al analista Kepler que tiene intención de compensar periódicamente estos créditos con los «dividendos declarados» pagados a través de Haema en el futuro. «En nuestra opinión, esto indica que Grifols envió presupuesto a Scranton sin objetivo de devolver el efectivo en efectivo. Según nuestra interpretación, parece que el objetivo es que los préstamos en efectivo reales otorgados a través de los accionistas de Grifols se reembolsen a cambio de ‘dividendos declarados’, que son justos en términos contables», según Gotham.
«Si tenemos razón, se trata de amortizar préstamos en monedas a cambio de préstamos que no sean en monedas. ¿Son inútiles estas monedas?», concluyó. En otras palabras, Grifols estaría trasladando las monedas de sus accionistas al vehículo de la familia Scranton. ya que no tiene como objetivo devolverlo.
Recordemos en este sentido que la semana pasada, la otra filial que Grifols vendió a Scranton, la estadounidense BPC Plasma, pagó un dividendo de 266,4 millones de euros en 2023 a Scranton, y a Grifols.
Por otro lado, KPMG aún tiene firmada la auditoría de las cuentas de Grifols de 2023 y el plazo para ello vence este viernes. Un portavoz corporativo dijo si la solicitud se presentaría antes de esa fecha. Si lo hace, el descrédito de la empresa catalana será generalizado y el precio se desplomará aún más, según fuentes del mercado.
Como si tuviera pocos frentes abiertos, la CNMV advirtió ayer que su informe sobre la contabilidad de Grifols, esperado con impaciencia por analistas e inversores, aún tardaría semanas en ver la luz. Este informe requeriría posiblemente una acumulación de capital para llegar a El fondo de la opaca relación entre Grifols y Scranton, y algunos equipos extranjeros están interesados en encajar accionistas, como anunció a través de OKDIARIO. Una operación de este tipo supondría pérdidas importantes para los actuales accionistas.
Finalmente, Moody’s anunció el martes que ponía en revisión para una posible rebaja el rating de Grifols debido a la menor generación de caja para hacer frente a sus deudas, al citado retraso en publicar sus cuentas auditadas y a «la complejidad organizativa», es decir, de nuevo las relaciones con Scranton.
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