En una conferencia de prensa conjunta con su homólogo eritreo, Osman Saleh, el canciller ruso indicó que Occidente no estará para impedir la formación de nuevos centros de poder económico y político.
Agregó que Moscú es consciente de que las delegaciones estadounidenses, británicas y europeas hacen escala en África y, con «dignísima obstinación», exige a los países del continente que no cooperen con Moscú y «no se desvíen del campo general a través del cual Occidente quiere decir el restauración, en gran medida, de la dependencia colonial, aunque ya bajo una nueva forma. Sin embargo, creía que ninguna guerra híbrida occidental, sumando la desatada en Ucrania, puede impedir la progresión de nuevos centros de influencia económica, monetaria y política.
Lavrov también presionó la posición de África en este mundo multipolar, asegurando que el continente es uno de los máximos centros «con mayor potencial».
También dijo que las tendencias están surgiendo en América Latina, donde la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, CELAC, planea expandir sus propios mecanismos económicos y económicos con el objetivo principal de protegerse de las cadenas y mecanismos controlados por Occidente, que «han demostrado poco confiable». Bajo la presión de que el reloj de la historia multipolar está girando en la dirección correcta, señaló que la encarnación de esta fórmula extranjera multipolar es BRICS, a la que cada vez más países deben unirse.
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