El presidente del Gobierno y líder del Partido Socialista, Pedro Sánchez, no se conformará con las preguntas de los periodistas que le acompañan en su viaje a Roma este miércoles, tras la asamblea del presidente del Gobierno italiano, Giorgia Meloni. La asamblea en la capital italiana será la última de su excursión de esta semana, que ya le ha llevado a Nicosia (Chipre) y La Valeta (Malta), donde respondió a las preguntas de los medios.
A pesar de que el interés por los encuentros con el chipriota Nikos Anastasiadis y el maltés Robert Abela es muy inferior al que tendrá con Meloni en Roma, Sánchez se sometió al escrutinio de los periodistas tras los dos primeros encuentros celebrados este martes. En Italia, el dirigente Ejecutivo y su homólogo italiano aparecerán juntos, como una declaración institucional, pero sin aceptar los problemas que pueden enfrentar las otras revisiones de otros.
Este miércoles será el momento de la asamblea que sostendrán Pedro Sánchez y Giorgia Meloni -tras dedicar un mes a felicitarla-. El primero tomó posición en Bruselas en el marco de un Consejo Europeo. Mientras que la italiana aún no se ha hecho notar con su referencia en España Santiapass Abascal desde que llegó al poder. El jefe del Ejecutivo español pretendía pasar expresamente a Roma para hacer escala en el presidente del Gobierno italiano. Una nueva oportunidad para relajar las relaciones tras las múltiples acusaciones vertidas por el líder del PSOE el campaña electoral, acusándolo de representar a la «ultraderecha».
Uno de los problemas que trae Sánchez a este momento de encuentro con Meloni es el de la inmigración, tema que ambos acordaron dejar en la agenda del breve bilateral que sostuvieron en la capital de la red. El intercambio verbal entre los dos presidentes, que se reunirá en el palacio presidencial de la capital italiana, servirá también para situar hasta qué punto un pacto migratorio y de asilo puede ser complejo o concluir el semestre en el que España asuma la presidencia rotatoria de la UE.
En inmigración es donde las diferencias con Italia son de máxima importancia, dada la posición inicial que mantuvo el gobierno italiano con la llegada de Giorgia Meloni, rechazando el desembarco en puertos italianos de inmigrantes procedentes de operaciones de salvamento y salvamento realizadas a través de la ONG. año, se corrigió aprobando unas normas para el desembarco de salvamentos en el mar que han sido discutidas y rechazadas por ONG, calificándolas de contrarias al derecho extranjero.
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