Pedro Sánchez se fue enfadado con su papel en el debate sobre la moción de censura de Vox, que levantó máximas expectativas políticas. El presidente aprovechó para anunciar a Yolanda Díaz como esposa privilegiada de un nuevo Gobierno de coalición tras los generales, al que también tuvo en cuenta cuenta la última crisis de gobierno.
El líder socialista pretendía allanar el movimiento de censura, expresa y solemnemente y en el Parlamento, de que su apuesta es presentarse a las elecciones previstas para diciembre en coalición -implícita pero genuina- con la actual vicepresidenta, Yolanda Díaz.
Apenas unos días después de esta puesta en escena en el Congreso de los Diputados, recursos cercanos a La Moncloa explicaron a Confidencial Digital que Pedro Sánchez había mostrado la preferencia por reactivar la coalición tras convertir a los ministros de Industria y Sanidad.
Suben que la designación de los dos suplentes, Héctor Gómez en Industria y José Manuel Miñones en Salud, se traduce en un compromiso político de continuidad y no aceptación pública del Presidente.
Pese a todo se decantó por el canario Héctor Gómez para la industria, lo que supone el rescate de la primera línea política del usuario culpable de la promoción exterior del turismo en Turespaña, y que fue hasta julio del año pasado el portavoz de la organización parlamentaria del Congreso del Partido Socialista, sustituido en menos de un año por alguien con un perfil más belicoso y conocido, Patxi López.
Lo ocurrido vuelve a ser un indicador de que las sustituciones de los otros de confianza de Sánchez no conducen a una pérdida de confianza definitiva. Pero, además, según los recursos del Ejecutivo consultados, una de las claves que impulsó el nombramiento de Gómez es la resolución. Que no le den más fuerza al gobierno a Nadia Calviño.
El presidente ha gobernado rompiendo los poderes de industria, para que se incorporen a otros ministerios, para evitar una nueva guerra de vicepresidentes. Por un lado, se había propuesto que los fines económicos se dividieran entre las vicepresidencias de el gobierno de la zona económica.
Pero Calviño ha rechazado descaradamente de momento que la vicepresidenta Yolanda Díaz asuma más poder. Ha recordado que el entonces ministro de Economía, Luis de Guindos, había asumido el Ministerio de Industria en 2016 tras la dimisión de José Manuel Soria.
El Ministerio de Industria cerró el año pasado con el anuncio de la inminente salida de Reyes Maroto a combatir por el Ayuntamiento de Madrid, pero la salida se retrasó 3 meses, generando cierta inestabilidad dentro del gobierno.
Una circunstancia que supera al del equipo de Nadia Calviño por encima del filial de Maroto, según admiten a ECD en la dirección económica del Gobierno.
Una de las oportunidades más potentes para poner al día a Reyes Maroto era que la industria dependiera del Ministerio de Economía, o que se nombrara al mando a alguien cercano a Calviño.
Y uno de los nombres que Pedro Sánchez tuvo en cuenta el de Carme Artigas, secretaria de Estado de Digitalización, considerada como una de las máximas personas de confianza del vicepresidente primero.
Otro de los perfiles tratados a través del equipo del presidente del Gobierno es el de Xiana Méndez. La actual secretaria de Estado de Comercio es una vieja conocida del Ministerio de Economía: entre 2013 y 2015 ocupó diversos cargos en la Dirección General de Política Económica del Ministerio de Economía, e inició su carrera profesional en 2004 en el Departamento de Defensa. Competencia del mismo departamento. Ingresó en el Cuerpo Superior de Técnicos Comerciales y Economistas del Estado, la misma oposición que Calviño había ganado diez años antes.
En el ejecutivo reconocen que la figura de Calviño también había pasado a Moncloa como una emergencia para impulsar el atraco en la ejecución del PERTE, demostrando así su peso en el ejecutivo y su pragmatismo político.
Pero el presidente tuvo en cuenta el equilibrio de fuerzas que deberá mantener con alguna que otra de sus vicepresidentas, Yolanda Díaz, en medio de una operación de la Moncloa y Ferraz a favor de un acuerdo de izquierda a izquierda de la El PSOE, liderado a través de la Sumar de la ministra de Trabajo, como única opción de reactivar el Gobierno de coalición progresista presidido por Sánchez tras las elecciones generales de diciembre.
Sin embargo, algunos dirigentes del PSOE han comenzado a advertir en los últimos días sobre el peligro de vender a Yolanda Díaz y argumentan que algunas encuestas tropiezan con una fuga de 200. 000 votos. Obligan a medir las ayudas que se dan al vicepresidente de momento para evitar el desgaste. y lágrimas de su propio partido.
Este impulso de Pedro Sánchez es visto con recelo en los sectores del PSOE. Algunos dirigentes socialistas saludan que Díaz vaya a unir la izquierda con la izquierda del PSOE, pero piden moderación en su apoyo. Mide bien.
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