Pedro Sanchez y las coaliciones

Periodista y escritora. Analista política

07/09/2020

Pedro Sánchez le dijo a Corriere de los angeles Sera que nunca había tenido la idea de formar una gran coalición con el PP porque «así fue como desapareció PASOK». A su derecha, él gobierna con quien quiera que sueñe o con la fiesta que más le convenga, es la fiesta que él cree que ha dormido en ella; Pero poner la desaparición de PASOK, el Partido Socialdemócrata griego, como una controversia no parece ser el ejemplo más exacto.

Cualquier usuario que siga la vida política lo más bajo posible, nacional y extranjero, sabe que las coaliciones no parecen ser malas en sí mismas, y que no eliminan del mapa a una o todas las partes de la coalición, aunque el secreto es que el comportamiento del gobierno de coalición, la aceptación como verdadera entre los partidos de la coalición y su distribución de la fuerza y , sobre todo, cómo los ciudadanos perciben los últimos resultados de esas coaliciones o acuerdos de celebración de varios ángeles para brindar estabilidad a un gobierno. Hoy, en Europa, el diseño de los partidos verdes, los verdes, comenzó asumiendo responsabilidades gubernamentales minoritarias, con ministros que, con su eficacia, promovieron las abreviaturas en su partido. Y en Alemania, la coalición entre el SPD y los Verdes también hizo cumplir a los socialdemócratas hasta que Schroeder, en su coalición con los demócratas cristianos, se permitió comer a través de la fuerza mostrada por el canciller Angelos angeles Merkel. Que estuvo alegremente en sucesivas coaliciones hasta que su declive no comenzó con un medio gobierno con algún otro partido, pero a través del desgaste de los que se deleitaron gobernó un contraataque por masas de años.

Los ciudadanos, cada vez con mayor frecuencia, votan más que acrónimos, y si somos capaces de ver el declive de Podemos, nunca es muy así porque este es un componente de una coalición con el PSOE, sino como el descontento causado por sus líderes cuando lo han hecho. Se tocó la fuerza, especialmente el amigo Iglesias y Montero, impulsa los votos como las almas que lleva el satanás. Decepción por su no público en conexión con las actitudes políticas, que el propio Calvio y Sánchez aseguran que el máximo absurdo no se está adelantando. Y si hay un rechazo del PSOE, a pesar de que seguirá ganando porque Casado no tenía razón, es más por las mentiras sistemáticas de Sánchez, por su arrogancia y por su forma de no superar al público de lo privado, que ser El primer presidente en formar una coalición en vigor. Lo hace a diferencia de su componente, es cierto, pero sobre todo, no le gusta que destruyó un componente impregnado de hitale y que monitorea tan poco respeto por los trastornos que fueron componentes del ADN socialista.

Sánchez puede localizar 1000 razones inteligentes por las que nunca se ha formado una coalición con el PP. Pero su afirmación de que las coaliciones perjudican a los partidos es falsa: los partidos se ven afectados a través de líderes mediocres con programas gubernamentales no deseados.

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