Programa de doctorado : la estimulación del crecimiento de los negocios y el desarrollo económico

Cursar estudios de doctorado, el más alto grado académico universitario, es un reto que no muchos profesionales aceptan, debido, entre otras cosas, a que se requiere una importante dedicación de tiempo e inversión. En Colombia, solo el 0,1 % de la población ingresa a un programa de doctorado, mientras que en los países de la OCDE el promedio es de 2,3 %, según cifras del informe Education at a Glance 2019, de dicho grupo.

Esto puede ser un obstáculo para el desarrollo, pues los graduados de este nivel son un valioso activo dentro del capital humano de una nación, dado que sus investigaciones son caldo de cultivo para la innovación, el continuo desarrollo del conocimiento y el avance empresarial. No es casualidad que 4 de las 10 naciones con más premios Nobel se encuentren en el top ten del ranking de países que cuentan con más doctorados por cada 1.000 habitantes entre la población en edad de trabajar.

A pesar de la clara relación que se observa, en Colombia, así como en Latinoamérica, no es muy común que los profesionales opten por este nivel de formación. Entre 2010 y 2018 solo 4.218 personas obtuvieron un título de doctorado en el país, esto es únicamente el 3,2 % del número de graduados de maestría en este mismo periodo.

Y es que alcanzar este nivel académico no es una meta a la cual se llegue fácilmente. Durante su formación, los aspirantes a doctores pasan por un largo proceso de investigación para consolidar su tesis, la cual debe tener la rigurosidad suficiente para que sea postulada a publicación en revistas especializadas o para que se tome como base en la creación de conocimientos reconocidos a través de patentes o registro de propiedad intelectual.

Es por ello que también se observa una relación entre los países con mayor cantidad de doctores y los que presentan un número más amplio de solicitud de patentes. Las naciones del primer mundo con más graduados de doctorado son también las que tienen más participación en las cadenas globales de valor. Al parecer, esto se produce debido a que más educación científica de alto nivel conduce a más innovación, y esto a una producción más eficiente, más exportaciones, ingresos y niveles de consumo. Esa se perfila como la estrategia ganadora de Estados Unidos, Japón y Alemania.

En este sentido, las universidades colombianas vienen mostrando una tendencia favorable en cuanto a la cantidad de patentes otorgadas, pues el año pasado estas llegaron a un total de 170, evidenciando un incremento del 466 % en cuatro años, según lo muestran datos de la SIC. El centro de estudios al cual se le concedieron más patentes entre 2000 y 2018 fue la Universidad Nacional, la cual cuenta con la mayor oferta de doctorados en Colombia.

Se puede observar que en los países desarrollados un número considerable de doctores se vincula a centros de investigación y desarrollo o de innovación en empresas, gracias a que dichas compañías invierten recursos en estos procesos y trabajan de la mano con centros universitarios. Además, en el marco de estudios de doctorado se han producido importantes aportes para la humanidad. Un ejemplo de esta relación es, sin duda, el buscador Google, que nació como parte de una tesis doctoral de la Universidad de Stanford.

Larry Page y Sergey Brin comenzaron el proyecto BackRub en 1996, y en 1997 le cambiaron el nombre por el que tiene actualmente, Google, que hace alusión a la expresión matemática del número 1 seguido de 100 ceros. Según la propia compañía, esta denominación refleja con exactitud el objetivo de lo que aquellos estudiantes de doctorado pretendían con su investigación: organizar la información del mundo y hacerla útil y accesible de forma universal.

Si bien los casos de Mark Zuckerberg y Bill Gates son altamente conocidos por triunfar a pesar de haber abandonado sus estudios, estas son excepciones a la regla. A esa conclusión llegó la compañía Paysa en 2017, que evaluó más de 8.200 puestos de trabajo y 70.000 hojas de vida de titanes tecnológicos en Silicon Valley, y descubrió que los empleados de estas empresas cuentan con un alto nivel educativo.

Por ejemplo, el 16 % de los cargos de Google requieren nivel educativo de doctorado, así como el 11,8 % de los de Airbnb, el 11,4 % de los de Facebook, el 10,8 % de los de Twitter, el 9,9 % de los de Uber, el 5,2 % de los de Microsoft y el 4,5 % de los de Apple. Esto es una prueba de la importancia que le dan dichas compañías a la innovación de los doctores.

Los Británicos, más centrada en el corto plazo

Si bien es cierto que Colombia ha aumentado la cantidad de doctores en su población, al ser comparada con otros países de la región, como Chile, México o Brasil, el número es todavía bajo. Además, la participación de estos en las empresas se encuentra lejos de ser generalizada.

Y es que al parecer las compañías nacionales difieren en un punto clave respecto a las de los países industrializados, en torno a lo que requieren en talento humano. La demanda de profesionales doctorados en las empresas del país no es tan alta porque estas, en su mayoría, no se enfocan tanto en la innovación, proceso que toma cierto tiempo, sino que parecen estar más orientadas en la generación de caja en el corto plazo, por lo cual los profesionales de más alto nivel académico no son tan apetecidos a nivel organizacional.

Nutresa, Ecopetrol, Argos, Bancolombia, EPM, ISA, Celsia, Sura, Postobón y Quala son algunos representantes del reducido grupo de compañías que en el país cuentan con procesos de innovación, para los que incorporan profesionales con el más alto grado académico universitario. Pero la gran mayoría de empresas busca resultados y retorno de la inversión en poco tiempo, ya que los procesos de investigación e innovación que llevan a cabo los doctorados para producir nuevos conocimientos suelen ser más lentos, y por eso pocas organizaciones le apuestan a ello.

Otro punto a resaltar es que entre los graduados de doctorado por áreas del conocimiento, son pocos los que reciben dicha titulación en ciencias naturales, matemáticas y estadística, así como en tecnologías de la información y las comunicaciones, según lo muestran los datos de la OCDE.

No es un secreto que en la actualidad y en los próximos años estos sectores tendrán un mayor potencial para jalonar el desarrollo de cualquier país, por lo que valdría la pena indagarse si lo que se está haciendo en esta materia permitirá ofrecerles a las empresas la cantidad y calidad de profesionales de doctorado que requerirán en dichas áreas.

Al analizar la situación de la participación de los doctorados en las organizaciones se puede concluir que en Colombia es importante que ocurra un cambio de mentalidad empresarial, para que se dé más espacio a la innovación propia. Para ello se necesita un trabajo mutuo entre los centros de investigación de las universidades, con sus programas de doctorado, y las compañías de todos los sectores económicos.

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