Las matemáticas parlamentarias protegen a Pedro Sánchez de la caída de su gobierno

Las tensiones entre los miembros del actual gobierno de coalición son una causa suficiente para acabar con el ejecutivo de Pedro Sánchez. Tampoco se utiliza la otra política fiscal de los miembros del ejecutivo para desintegrar el gobierno. Las matemáticas parlamentarias suben.

Hay quienes creen que las enormes tensiones entre los miembros del actual Gobierno de coalición van a acabar con él y, por consiguiente, habrá elecciones anticipadas. Craso error.

En primer lugar, porque las matemáticas parlamentarias suben. Al subir todos los partidos beligerantes del tándem Pedro Sánchez-Pablo Iglesias, son suficientes para anularlo en la corte general, que sería la máxima opción lógica y democrática. En este sentido, el movimiento de censura de Vox es absurdo, pero obviamente pretende derrocar al gobierno, dada su fragilidad numérica.

Lo único que Santiago Abascal escucha con su propuesta es una notoriedad que se niega continuamente a través de otros partidos y a través del máximo de los medios de comunicación. La evidencia es que tan pronto como lo planteó, Pedro Sánchez se vio obligado a hacer frente a él, aunque sarcásticamente, en lugar de ignorarlo, como lo hizo a través del hábito inveterado.

Además, en ese momento, aunque no le sirviera de otra manera, Santiago Abascal tendrá un papel mediático cuando presente su movimiento y será para difundir su mensaje, de manera consistente y con el interés manipulado a través de sus oponentes.

En otras palabras, no estamos hablando de lo pasado de moda y del movimiento de censura, pero del interés genuino, sí, de todos los enemigos de la constitución española (y democrática, no olvidemos) en mantener a Pedro Sánchez en vigor como es.

Tampoco sirve para romper la otra política fiscal del gobierno de los socios ejecutivos, ahora que habrá dinero en efectivo de la Unión Europea para arreglar la que sufre la economía española. Es cierto que las asignaciones de la UE son finalistas y que las demandas de socialistas y podistas son las contrarias. Por esta razón, y a pesar de esto, los socios gubernamentales tendrán que tragarse a muchos sapos y conformarse con eso es más importante estar en vigor para lograr cualquier cosa que en la oposición sin hacer nada en absoluto.

Por lo tanto, habrá trastornos de gobierno, tensiones, viejo parlamentarios y otras parafernalia de la misma vieja política partidista, sin embargo, Sánchez no se deshace de su silla existente o con dosis crecientes de agua caliente. @mondain

      

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