O Pedro Sánchez no se explicó bien con Xi Jinping, o el Gobierno chino no lo percibió bien. El funcionario del Ministerio de Exteriores chino desmiente lo dicho por Sánchez sobre el plan de paz para Ucrania. En España y Bruselas, el presidente español tiene en en todo momento dijo que defiende el plan de paz de Volodímir Zelenskiy, pero según la nota oficial china difundida tras la asamblea del pasado viernes entre ambos líderes, Sánchez «evaluó positivamente el documento de posición de China sobre el acuerdo político de la crisis ucraniana y valoró el papel constructivo de China en la acuerdo político de la crisis de Ucrania».
Quizá Sánchez intentó hacer un ejercicio de malabarismo diplomático con las autoridades chinas, pero si en la caja de la física es respirar y sorber a la vez, en la caja de las relaciones internacionales no sólo es contraproducente.
Al contrario, esas declaraciones acercan al Gobierno español al discurso del presidente ruso, Vladimir Putin, que al del resto de países que han apoyado a Ucrania en todo momento. De hecho, fue el propio líder ruso quien, hace dos semanas, después de recibir al presidente chino, Xi Jinping, agradeció sus esfuerzos de paz en Ucrania y dijo que la propuesta de paz china era un buen punto de partida.
Putin le dijo a Xi Jinping que buscaba hablar sobre su plan de paz. “Hemos estudiado concienzudamente sus propuestas para un plan de paz sobre la solución de la aguda crisis en Ucrania. Por supuesto, tenemos la oportunidad de hablar sobre esos temas. sepa que se guía por el respeto a los principios de la justicia y el respeto a los fundamentos del derecho extranjero y la seguridad indivisa de todos los países», le dijo Putin.
Sin embargo, el gobierno de los EE. UU. no ha apoyado, apreciado ni elogiado los esfuerzos chinos en Ucrania. Es más, el secretario de Estado de los EE. UU. , Anthony Blinken, declaró hace diez días que «no se deje engañar al mundo» a través de la propuesta china que «congelaría» en su posición, el territorio ya ocupado por las fuerzas rusas, como un componente gigante de Donbass, Crimea y el puente terrestre que conecta las dos regiones como Mariupol castigado como un enclave importante.
El presidente Sánchez no ha sido lo suficientemente transparente y categórico con su homólogo como se esperaba y deseaba, lo que, según algunos analistas, supone una amenaza para la posición europea nada inusual ante situaciones geopolíticas exigentes en el momento del año en el que Sánchez será presidente rotativo de la UE y donde deberá comunicarse con otros líderes extranjeros sobre problemas aplicables en el campo geopolítico.
En febrero, Pekín presentó sus propuestas para terminar la guerra en Ucrania con un plan de doce puntos que, si bien define la soberanía de todos los países, no dice nada en particular sobre Rusia, ni sobre la retirada de sus tropas de Ucrania. Condena la uso de sanciones unilaterales en contra de Moscú, criticando implícitamente a los aliados occidentales de Ucrania. Del mismo modo, se hace un llamamiento al statu quo de los corredores humanitarios para evacuar a los civiles, así como otros para garantizar la exportación de cereales. El plan chino prevé el fin de la Mentalidad de Guerra Fría, un término entendido para referirse al dominio global de los Estados Unidos.
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