Gobierno colombiano y ELN buscan aliviar tensiones en nueva de conversaciones

El gobierno de Gustavo Petro necesita el revés con el que terminó 2022. El presidente colombiano anunció un alto el fuego bilateral con la guerrilla del ELN que nunca existió. Un momento de tensión que desvirtuó su pretensión de lograr un acuerdo de paz con el grupo armado.

La reanudación de la Mesa de Diálogo el lunes trece de febrero pretende abrir una nueva quiebra y publicitar el propósito de Petro de lograr la «paz total» en suelo colombiano.

La delegación de paz del Gobierno se mostró segura en esta nueva circular de conversaciones, la que tomará posición en México y que pretende, esta vez, en la consecución del ansiado cese al fuego bilateral.

“Tenemos la certeza de que el ciclo de diálogos de paz que se inicia, se avanzará en los problemas acordados y, al final, se fortalecerá el liderazgo de la mesa de diálogo, la ayuda de la red exterior y la confianza de la sociedad colombiana en el proceso», dijo en un comunicado la delegación de paz del Gobierno de Colombia para el diálogo con el ELN.

Venezuela, Chile, Brasil y Noruega son los garantes de los diálogos de paz. Mientras que Suecia, Alemania, Suiza y España acompañarán la del “segundo ciclo”.

Según el senador Iván Cepeda, quien forma parte del equipo negociador del gobierno, «el cronograma de los cuadros obviamente está definido, vamos a terminar discutiendo cuáles son los temas que componen el cronograma de los diálogos de paz con el ELN y vamos a brindar este tiempo mesa al país y a la comunidad extranjera.

Caracas, sede de la primera de las negociaciones

Poco después de finalizar 2022, el gobierno colombiano y el ELN controlaron al completo la primera ronda de negociaciones de paz en Venezuela. Los principales anuncios que resultaron fueron la liberación de rehenes y acciones humanitarias.

En un comunicado conjunto, las partes confían en que se trata de un primer ciclo «exitoso». Al mismo tiempo, la preferencia por «adaptar al nuevo contexto» a los temas planteados en 2016 cuando la guerrilla negociaba con el Gobierno del expresidente Juan Manuel Santos reiteró. Algunas que quedaron inconclusas cuando Santos dejó el poder.

Retomando lo acordado, una de las demandas transparentes de Petro cuando asumió la presidencia a mediados de 2022. En agosto del año pasado, el primer presidente izquierdista de Colombia levantó órdenes de captura y pedidos de extradición contra los negociadores del líder del ELN.

Poco después, en octubre, representantes de Colombia y el ELN anunciaron desde Caracas, la capital venezolana, que restablecerían la mesa de diálogo.

La lentitud de las negociaciones El mandato de Iván Duque

La llegada de Petro marcó un cambio en el discurso de su antecesor, el expresidente Iván Duque.

Durante su mandato, el derechista puso fin a las negociaciones en curso con el ELN luego de un incidente en la Escuela de Cadetes de la Policía Nacional en el sur de la capital colombiana, Bogotá, en 2019.

El hecho provocó la suspensión definitiva de las conversaciones, algunas de las cuales ya habían vacilado antes. Duque había exigido el cese de todos los secuestrados y la cancelación de lo que había calificado en 2018 como sus «actividades delictivas» para poder negociar con el ELN.

La guerrilla había «insistido en aceptar un cese bilateral para crear un clima propicio para los esfuerzos de paz». Y agregó en un comunicado: «Pero la reacción del gobierno ha sido negativa».

Cuando fracasaron las conversaciones, los negociadores de la guerrilla se encontraban en territorio cubano, donde se desarrollaba el procedimiento. Luego, Duque pidió su extradición en un acto que desconoció los protocolos firmados por ambas partes.

Reacción de Cuba al negarse a extraditarlos, creando tensiones diplomáticas entre la isla y Colombia.

¿Qué se ha hecho en las negociaciones con Santos?

Participación, democracia, transformación, víctimas, choque e implementación. Estos fueron los seis temas que las partes anunciaron en 2016. Algunos estaban en la agenda de negociaciones que comenzaron luego de apenas dos años de conversaciones «privadas» con el grupo armado.

La fase pública de las conversaciones comenzó en 2017, luego de varios desacuerdos por secuestros entre el gobierno y el ELN.

A pesar de la definición de las líneas, el procedimiento se interrumpió por la falta de garantía de un alto el fuego bilateral. En 2018, eso cayó y llevó a Ecuador a anunciar que dejaría de ser un facilitador de las negociaciones.

Las conversaciones se trasladaron a suelo cubano, pero prosperaron con la renovación de mandato. Petro buscará ser el presidente que logre uno de los mayores pendientes tras cinco intentos fallidos por parte de los mandatarios colombianos.

 

Con EFE y medios

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