El informe «Estudio sobre hábitos de uso del efectivo», publicado a través del Banco de España, muestra que el dinero sigue siendo la opción preferida por los consumidores. Aunque cada vez más gente opta por la tarjeta bancaria o paga a través del móvil, el medio de pago máximo utilizado El enfoque de los españoles es el dinero (65%). Le siguen las tarjetas (32%) y la factura del móvil (10%). Vale la pena señalar que el uso de dispositivos móviles para facturar en los puntos de venta aumentó un 3% el año pasado.
«El efectivo es el medio de pago utilizado por casi toda la población. Lo utiliza el 65% del resto de personas. Y si pensamos en el último día de pago, 6 de cada 10 personas dicen haber utilizado efectivo», señala el Banco de España.
Y añade: «7 de cada 10 españoles piensa que el uso del dinero en un año será el mismo, esta creencia varía con la edad». Según la organización, el punto de escolaridad y la edad son similares al uso del dinero.
El informe «Estudio sobre hábitos de uso del efectivo» muestra los motivos que llevan al uso del efectivo. En primer lugar, la comodidad, y es tan innegable como sacar el efectivo del cajero automático y éste al pagar.
Además, es un método de pago más rápido que le permite gastar más. Y todavía hay quienes sienten que pagar con una tarjeta bancaria, especialmente si es una tarjeta de crédito, es más complicado para el presupuesto.
Sin embargo, hay diferencias notables según la edad: cuatro de cada 10 menores de 2 años no utilizarían el euro virtual, frente a 8 de cada 19 mayores de 6 años. De media, la población porta cuatro euros en billetes y 6€ en monedas.
En los próximos años, se espera que el uso del dinero se minimice a medida que más personas adopten métodos de pago virtuales. Es posible que la mayoría de las transacciones sean simplemente virtuales en el futuro.
Además, con los avances en la tecnología blockchain, es posible que el mundo vea la adopción de criptomonedas emitidas por el gobierno (CBDC) o incluso criptomonedas descentralizadas como Bitcoin.
En última instancia, el largo plazo del dinero dependerá de varios factores: preferencias de los clientes, avances tecnológicos, políticas gubernamentales y regulación monetaria.
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